Enormes dificultades en infraestructura, acceso a tierras para proyectos productivos, amenazas, e incertidumbre en el personal que se encuentra en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (Etcr) de Caño Indio, en Tibú, fue lo que encontró la senadora Griselda Lobo, del partido Farc en una visita que hizo este fin de semana.

Allí, según relató, la prioridad es la resolución de los temas de tierras para que se concreten las iniciativas productivas de largo plazo, pues si bien hay algunos proyectos en marcha, Lobo señaló que se trata de soluciones de muy corto plazo.

“Al no tenerlos (los proyectos productivos), esto ha generado incertidumbre en el personal que no ve en el futuro próximo qué hacer, porque no hay compromiso con un proyecto ni se ve el proyecto”, señaló. 

Aunque actualmente hay viveros, ganado, cien mil plantas de cacao, entre otros elementos, y en materia de reincorporación también se han desarrollado actividades de capacitación y preparación académica, “los proyectos que perduren en el tiempo aún no se han construido, pero sí tenemos la convicción de que lo vamos a lograr”, dijo.

Otro de los desafíos que aún está presente radica en habituarse a la vida civil y a la reincorporación, saliendo de un estilo de vida y organización social que se tenía como insurgencia.

Al respecto, la senadora expresó que “salir de la estructura que teníamos a hacer el tránsito a la vida política, social, económica, es difícil, porque nosotros partíamos de una sociedad pequeña donde muchos inconvenientes como el de salud se resolvía inmediatamente”. 

“Aquí estamos en el sistema de salud de toda la población colombiana, que es muy deficiente, es solo el comercio, ganancias para un sector privilegiado, y al sentir eso es lógico que se genera incertidumbre y cierta apatía”.

De ahí la importancia de que los integrantes del partico lleguen a incentivar a los excombatientes, “a que esa apatía no se genere sino que junto con la gente se entienda la nueva etapa de lucha”.

“Eso ha costado trabajo, y es lo que nos es difícil, a veces, entender”, agregó.

De otro lado, advirtió que la zona no ha escapado a las amenazas y las intimidaciones, y dio cuenta de dos personas (un integrante de la Farc y un líder de una organización social) que han sido víctimas de amenazas, y se mostró preocupada por el programa de sustitución, dado que el actual gobierno “quiere desconocer el programa de sustitución, y eso es muy delicado”, en vista de que las comunidades han reiterado su voluntad de erradicar voluntariamente la coca.

‘Todavía hay personal’

La senadora respondió además las quejas y dudas de quienes afirman que en el Etcr no hay excombatientes.

“Encontramos que de 111 integrantes participaron 83 (en las reuniones)”, dijo, e invitió a que antes de hacer ese tipo de observaciones hay que recorrer el espacio, compartir y convivir con la comunidad, para conocer las condiciones.

En este sentido, enfatizó en que “sí hay personal en la zona”, y de hecho dio cuenta de maternas a las cuales visitó, con bebés de dos meses hasta 20 días de nacidos.

Así mismo comentó que en desarrollo de las reuniones se planteó una “línea estratégica de reincorporación, que deberá pensar en planes objetivos a futuro, no solo en la parte económica, sino política, social, cultural y definir las líneas de trabajo y las acciones”.

Al respecto, explicó que se debe buscar la ruta para fortalecer la incidencia de los miembros del espacio territorial y los excombatientes en espacios de participación, por ejemplo las juntas de acción comunal.