La llegada de nuevas familias al Programa Nacional de Sustitución de cultivos de uso ilícito, Pnis, ya no será posible según confirmó el miércoles el Consejero presidencial para la estabilización y la consolidación, Emilio Archila.
“No hay lugar en el momento para incluir nuevas familias”, declaró el funcionario. “Vendremos con la oferta institucional para apoyarlas con otros programas”.
Según Archila, en Norte de Santander únicamente se beneficiarán casi tres mil familias de Tibú y Sardinata que representan menos de 3 mil hectáreas de coca, en un territorio con casi 30 mil hectáreas del cultivo.
Lea también Los olvidados por el Pnis
De otro lado, el Consejero respondió a la inquietud del gobernador William Villamizar sobre la necesidad de cumplir con los recursos para garantizar la sustitución.
“Si se trata de las familias con las que nos hemos comprometido, lo que estamos haciendo es consiguiendo los recursos y eso el gobernador lo debía saber”, dijo, pues si hay retrasos se debe a “las imprevisiones de atrás”.
“Si es para conseguir recursos nuevos, feliz de que quiera hacerlo, y que nos cuente cuáles tiene pensado destinar para las familias que él vaya a atender”, comentó. “Bienvenidas las ideas y creatividad de todas las autoridades que tengan plata para que las familias entren a la legalidad”.
Reiteró que es posible acudir a otras agencias del Estado y que existe la “voluntad política” para sacar a las familias de la ilegalidad, “pero lo que no se va a dar es abrir más el Pnis a más familias, porque no hay capacidad financiera para hacerlo”.
Enfatizó además en que “cultivar coca es ilegal”, y que las comunidades no pueden “seguir haciendo algo ilegal hasta que el Estado llegue y lo acompañe”.
El Consejero, que estuvo reunido con autoridades locales para hacer seguimiento al plan Catatumbo Sostenible, comentó que hay avances que incluyen la concreción de 10 mil millones de pesos para vías, resultados para poner freno al contrabando de cebolla, y la posibilidad de que el Catatumbo sea el primer sitio al que llegue el modelo de atención rural.
