Gregorio se convirtió en enero pasado, en una de las víctimas de minas antipersonales en Cúcuta. Estaba trabajando en sus cultivos junto a su pequeño hijo, cuando un artefacto explosivo estalló a sus pies, desmembrándole la pierna derecha.
Desde entonces tuvo que salir del corregimiento donde vivía para recibir asistencia. No ha vuelto por seguridad, pues su familia está siendo amenazada.
Si algo se refleja en su rostro y en el de su esposa, es la desesperación. Nunca antes la violencia los había tocado tan de cerca. Ayer, asistieron al acto conmemorativo del Día Internacional de Sensibilización contra las Minas Antipersonal que se celebra cada 4 de abril, pero no a recibir un reconocimiento, sino a pedir ayuda.
“Esto es un daño que le hacen a uno muy grande. Este daño no se lo merece nadie. Que no coloquen más esas minas, por favor, es que ni siquiera los animales merecen pasar por esto que estamos pasando. Ni siquiera los animales merecen morir explotados así como lo hacen con esas cosas”, decía su mujer entre lágrimas.
Norte de Santander, en la cima
El 4 de abril se conmemora el Día Internacional para la Sensibilización contra las Minas Antipersonal, fecha declarada por las Naciones Unidas para rechazar el uso indiscriminado de estos artefactos.
De acuerdo al Comité Internacional de la Cruz Roja, en el 2021 en Colombia se registraron 486 víctimas de artefactos explosivos, el número más alto de los últimos cinco años. Tan solo en cinco departamentos se concentró el 76% de esa cifra, siendo Norte de Santander el que ocupó la primera posición con 137.
Según la Red Nacional de Información (RNI)desde la entrada en vigencia de la Ley 1448 del 2011 a corte del 28 de febrero del 2022, en el departamento se tienen 906 registros de víctimas en ocurrencia y 373 en condición de declarantes por minas antipersonal.
Mileyni Ramírez, representante legal y coordinadora regional de la Asociación Sobreviviente de Víctimas de Minas Antipersonal (Asovivir), explicó que como sobrevivientes a las minas antipersonales han tenido barreras en el acceso a derechos, como en el caso de la ruta de asistencia integral a la víctima.
“Muchas veces los sobrevivientes son de la zona rural del Catatumbo y se les dificulta el acceso a las EPS y a las IPS para iniciar el proceso o terminarlo. Es un proceso que dura 6 meses para que le entreguen la prótesis”, dijo.
Ramírez habló de como temas de traslado a Cúcuta, hospedaje y alimentación que corren a costo de las víctimas establecen limitaciones. Por otro lado, insistió en el tema de brindar rehabilitación a las víctimas más allá de la asistencia. “Para que cada uno de ellos sea integrado a la sociedad con su nueva condición de vida”, señaló la coordinadora.
En materia preventiva Asovivir se ha centrado en educar a las poblaciones de zonas de conflicto con talleres de educación en el riesgo de minas, ya que en Norte de Santander el desminado humanitario no es viable. “Por temas de seguridad, ya que todavía hay presencias de actores armados en las diferentes zonas de alto riesgo”, explicó.
En homenaje a las víctimas
La Unidad de Víctimas en el Departamento, realizó ayer un acto para conmemorar el Día Internacional para la Sensibilización contra las Minas Antipersonal. Los asistentes participaron en un taller de educación en riesgo. Algunos recibieron reconocimientos por el ejemplo de superación que han reflejado en sus experiencias.
“Desde la Unidad brindamos acompañamiento psicosocial y estamos avanzando en los procesos de reparación integral con la ruta priorizada para las personas en condición de discapacidad por este hecho victimizante”, dijo, la directora de la Unidad en Norte de Santander y Arauca, Johanna Gelvez Ascanio.
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