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Sin agua 30.000 habitantes de Tibú por ataque al oleoducto

La Alcaldía, Ecopetrol y la Gobernación trabajan en acciones para mitigar la emergencia.

Unas 30.000 personas que habitan en el casco urbano de Tibú están sin el suministro de agua potable, debido a la contaminación que presentan varios afluentes. 

El crudo que se derramó después de los atentados al oleoducto Caño Limón-Coveñas en las veredas Guachimán y El Seis llegaron a las aguas de los ríos Tibucito, Caño 5 y Tibú, provocando el cierre definitivo de la bocatoma que hace parte del acueducto municipal.

El alcalde Alberto Escalante anunció que para mitigar la emergencia se desarrollan estrategias con Ecopetrol y el Instituto Departamental de Salud, con el propósito de que la población sea surtida con agua traída desde otras veredas o poblaciones cercanas.

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Tenemos la fortuna de contar en la zona con un pozo natural, esperamos que desde ahí logremos obtener el preciado líquido y empezar a llevarlos en carro tanques a cada una de las familias”, dijo Escalante.

“La situación es que la limpieza del río en la zona de la bocatoma puede durar mucho tiempo. En un análisis a priori se demoraría 20 días para normalizar el servicio. Esperamos hacer un buen cálculo”, mencionó en declaraciones radiales.

Uno de los problemas generados por este nuevo atentado, el número 14 a esa infraestructura, es que el petróleo derramado amenaza con cruzar a territorio venezolano.

Sobre ese particular, Escalante informó que “desde el martes pasado se dispuso el convenio que tiene Ecopetrol con PDVSA y yo creería que en el vecino país ya deben estar trabajando en el control de la mancha”.

El alcalde también expresó su preocupación por el daño que se le produjo al emblemático sitio turístico conocido como Pozo Azul, en esa municipalidad del Catatumbo. “Eso tiene a toda la comunidad indignada. La situación es muy lamentable”, dijo en referencia a ese lugar que de pasar a tener unas aguas cristalinas, ahora se le ve como un charco negruzco y aceitoso por la gran cantidad de petróleo que cayó allí.

Entre tanto, en su cuenta de Twitter el gobernador de Norte de Santander William Villamizar Laguado reaccionó contra este nuevo ataque. “Rechazamos rotundamente el nuevo atentado al Oleoducto Caño Limón-Coveñas en zona rural de Tibú, que deja incalculables pérdidas ambientales y en riesgo a las comunidades vecinas”.

En menos de 72 horas las autoridades han denunciado que el oleoducto Caño Limón-Coveñas ha sido objeto de dos ataques terroristas.

Como consecuencia del primero, el pasado sábado en la vereda Guachimán, “Ecopetrol activó un plan de contingencia por una acción ilícita en jurisdicción de la vereda Guachimán, en Tibú, que produjo caída de crudo en dos caños de esa zona”, indicó la empresa en su cuenta de Twitter.

Esta acción delincuencial provocó la contaminación de Pozo Azul, un reconocido sitio turístico de esa región de Norte de Santander.

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La tubería fue objeto de un segundo atentado el lunes, en el sector El Seis. La empresa solicitó a las comunidades de la zona abstenerse de usar agua de estas fuentes hídricas y de acercarse al lugar del incidente hasta tanto se recupere la normalidad.

En un comunicado, “Ecopetrol rechazó enfáticamente estas acciones ilícitas que ponen en riesgo la integridad y seguridad de las personas, afectan gravemente a las comunidades vecinas y al medio ambiente”.

En declaraciones radiales desde Bello, Antioquia, durante un consejo extraordinario de seguridad, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, se refirió al hecho. “El atentado existió. Es un hecho y una realidad. Sería el ataque número 14 al oleoducto en lo corrido del año y presumiblemente sí es el Eln. Nosotros por eso nunca les hemos creído su cese al fuego”.

El año pasado, la infraestructura petrolera colombiana sufrió 107 atentados, de los que 89 afectaron al Oleoducto Caño Limón-Coveñas y 18 al Transandino.

En el Catatumbo, una de las zonas más convulsas del país, operan además del Eln, disidencias de las Farc, bandas criminales y un reducto del Ejército Popular de Liberación (Epl), grupo al que las autoridades denominan Los Pelusos.

El Catatumbo, que alberga además extensos cultivos de coca, es una de las zonas más olvidadas de Colombia, conformada por los municipios de Convención, El Carmen, El Tarra, Hacarí, La Playa, San Calixto, Sardinata, Teorama y Tibú.

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El cese el fuego unilateral del Eln, según expertos, “abre un canal” de cara a una posible reanudación de los diálogos de paz con el Gobierno colombiano.

La tregua, según lo anunciado por el Eln, la principal guerrilla del país tras la firma de la paz en 2016 de las Farc, comenzó a las cero horas del Domingo de Ramos y finalizará el próximo 21, que es Domingo de Pascua, a las 12 de la noche.

El Eln y el anterior Gobierno colombiano comenzaron en febrero de 2017 en Quito unas negociaciones de paz que en mayo de 2018 fueron trasladadas a La Habana donde la última ronda de diálogos concluyó sin avances a principios de agosto.

Al asumir el cargo, el pasado 7 de agosto, el presidente colombiano, Iván Duque, condicionó la continuidad de las conversaciones a que ese grupo deje de secuestrar y libere a las personas que tiene en su poder.

Acusan al Eln

El Ejército acusó a la guerrilla del Eln de los últimos dos atentados al oleoducto que causaron esos estragos.

“Nuevamente el grupo terrorista del Eln incumple su palabra y engaña a La trágica muerte del expresidente de Perú, Alan García, quien se disparó en la sien cuando iba a ser detenido acusado del delito de lavado de activos, ha sido el último y desesperado acto de un político habituado a las maniobras dramáticas. Acusaciones, huidas, asilos políticos, exilios, juicios, escándalos y persecuciones jalonaron su peripecia política desde que asumió el poder por vez primera en 1985, en una todos los colombianos”, se lee en la cuenta de Twitter del comandante del Ejército, general Nicacio Martínez Espinel.

El oficial señaló que ese grupo subversivo “anunció un supuesto cese unilateral de hostilidades, pero realizaron dos atentados dos atentados al oleoducto Caño Limón Coveñas, en Norte de Santander. El daño ambiental es incalculable”

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Miércoles, 17 de Abril de 2019
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