En Toledo no escampa, y el malestar por los daños ocasionados con las constantes lluvias es creciente. No hay gestión del Gobierno nacional que apoye al municipio, que se hunde en los deslizamientos.
Aunque el alcalde, Jairo Castellanos, solicitó a principio de mes ayuda a la Unidad Nacional para la Gestión de Riesgos (Ungrd) durante una reunión en Bogotá, nadie se ha acercado a evaluar los riesgos que afrontan los habitantes con la destrucción de todas las vías secundarias y terciarias, principalmente la vía La Soberanía.
“Hacemos un llamado al gobierno nacional, a la Ungrd a que vengan a Toledo y se den cuenta de la emergencia que estamos viviendo”, manifestó Castellanos.
Desde hace seis meses Toledo se enfrenta a la temporada de lluvias, pero se hunde en el desamparo de las autoridades, que no atienden a los 286 familias damnificadas.
“Aunque se decretó la emergencia pública y se agotó el presupuesto destinado para la atención de emergencias, esperamos la ayuda del gobierno nacional”, expresó Castellanos.
Son 9 veredas afectadas por 78 deslizamientos, 17 casas dañadas, 11 pérdidas de banca, 7 acueductos colapsados, y 26 puentes peatonales y vehiculares destruidos en el municipio.
