Con el atentado registrado el martes en la vereda Miralindo de Toledo, Norte de Santander, son ocho los ataques contra el oleoducto Caño Limón-Coveñas en lo va de 2020.
La acción violenta provocó una rotura a la tubería, lo que ocasionó un incendio y el derrame de crudo en la quebrada La Petra y los ríos Sararito y Margua. La empresa de transporte de hidrocarburos filial de Ecopetrol, Cenit, activó el plan de contingencia.
La compañía petrolera informó que, para la contención del producto, se activó un punto de control alternativo sobre el río Sararito, y de manera preventiva se protegió la bocatoma del municipio Arauquita, Arauca.
“El evento fue reportado a los consejos de gestión del riesgo de desastres de Toledo y Arauquita y de los departamentales Norte de Santander y Arauca, así como a las demás autoridades correspondientes”.
Dentro de las afectaciones ambientales ocasionadas por el ataque al Oleoducto Caño Limón Coveñas , se encuentran: contaminación del agua, quebrada La Petra y en los ríos Sararito y Margua, impacto sobre los recursos suelo, aire y bosque. pic.twitter.com/z652rZKIu5
— CORPONOR (@CORPONOR) February 12, 2020
Ecopetrol destacó que técnicos de Cenit se encontraban este miércoles a la espera del aseguramiento total del área por parte del Ejército, para ingresar a la zona afectada para desarrollar las respectivas labores.
Las compañías rechazaron estas acciones “que ponen en riesgo la integridad de las personas, afectan gravemente el medio ambiente, impiden el bienestar de las comunidades y el normal desarrollo de las actividades petroleras”.