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Disputa por el microtráfico sigue dejando muertos

La víctima fue atacada a balazos cuando transitaba por el lugar

El homicidio de Juan Felipe Ortiz Cuadros, conocido como El Rolo, ocurrido en la calle 23 con avenida 8, del barrio Ospina Pérez, en la ciudadela Juan Atalaya, deja entrever que en este sector se mantiene la disputa a sangre y fuego por el microtráfico de drogas.

Según se conoció, Juan Ortiz presuntamente era un reconocido expendedor de estas sustancias y, al parecer, había vuelto a este lugar para tratar de retomar el control, después de iniciar una disputa con otra banda delincuencial.

A las 9:00 de la noche del jueves, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta se le acercaron a la víctima y le dispararon de manera indiscriminada y sin piedad en la cabeza, impactándole en al menos tres oportunidades.

“Escuchamos los disparos y cuando salimos, vimos al señor ahí tirado. Los que cometieron eso se fueron rápido en la moto”, recordó un habitante de la zona.

Ortiz Cuadros, oriundo de Chitagá, fue trasladado inicialmente al policlínico de Atalaya, desde donde fue remitido a una clínica, donde murió.

Los miembros de la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) se encargaron de la inspección en la escena del ataque y del posterior levantamiento del cadáver.

Las autoridades adelantan las pesquisas para identificar a los pistoleros que cometieron el homicidio en este sector de la ciudadela Juan Atalaya.

 

La disputa

Extraoficialmente, se conoció que Ortiz había sido amenazado de muerte por una banda delincuencial, luego de registrarse el homicidio de dos allegados que eran cercanos a esa estructura, por lo que la víctima decidió salir de la zona durante un tiempo.

Al parecer, Juan Carlos Vargas Leal, conocido como Talo, quien finalmente fue asesinado el 16 de abril, en el barrio San José, sería la persona con la que ‘El Rolo’ había tenido discusiones previamente.

Vargas Leal fue atacado, recibiendo cinco disparos en la cabeza, sin que pudiera defenderse con la pistola calibre 9 milímetros que portaba en el momento del hecho.

Alias Talo no pasaba desapercibido para las autoridades, que sabían de sus movimientos, tras ser señalado como uno de los presuntos criminales más peligrosos de la Comuna 7.

En octubre de 2018, ‘Talo’ fue señalado, por la Sijín e Inteligencia Policial, de ser el presunto jefe de sicarios de una banda al servicio del Epl y luego de las labores de seguimiento, determinaron que este hombre y 10 más, habrían cometido unos homicidios selectivos y extorsionaban a reconocidos comerciantes y a trabajadores de empresas de transporte público, a cambio de no atentar contra sus vidas.

A Juan Carlos Vargas lo investigaban por hurto calificado y agravado y, recientemente estaba indiciado en otros procesos penales por concierto para delinquir y homicidio, según lo aseguró una fuente judicial en el momento del asesinato.

“Esa no era su zona, se la pasaba más en la Comuna 7, sobre todo en los barrios Ospina Pérez y Motilones, pero se fue solo hasta San José, no sabemos si había llegado con intenciones de cometer algún sicariato, pero ‘le ganaron de mano’”, dijo la fuente.

Según se pudo conocer, ‘Talo’ llevaba pocos días de haber retornado de Medellín.

Precisamente, con el homicidio de Vargas, las cosas para ‘El Rolo’ parecían haberse calmado, por lo que él decidió regresar a Ospina Pérez, donde fue ‘presa’ fácil para los pistoleros.

“Al ser asesinado este hombre (‘Talo´), Ortiz retornó a Atalaya, por lo que sus rivales de inmediato empezaron a hacerle seguimiento. Se presume que este homicidio fue producto de un ajuste de cuentas por microtráfico”, explicó una fuente judicial.

Por ahora avanzan las pesquisas para esclarecer este hecho, al que las autoridades ya le siguen el rastro para evitar que sigan ocurriendo estas muertes.

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Sábado, 1 de Mayo de 2021
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