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Un misterio, la suerte de Alberto Martínez y Eduardo Loaiza

Todo habría iniciado por una llamada desde la cárcel.

Días de desespero e incertidumbre viven los familiares de Alberto Martínez Aguilar de 58 años y su gran amigo Eduardo Loaiza Loaiza, de 50, quienes desaparecieron desde el primero de marzo.

Martínez Aguilar, de oficio conductor y quien actualmente se dedica a realizar trasteos y acarreos salió de su casa en el barrio Motilones con rumbo hacia la Y de Astilleros, adonde llegaría a recoger una moto que transportaría a Cúcuta.

“A él lo contactan el domingo 28 de febrero y para el lunes ya a las 10:30 de la mañana estaba saliendo en su camioneta. Se fue con su amigo de toda la vida, el señor Eduardo”, dijo un familiar.

Sin embargo, a la 1:00 de la tarde de ese lunes, un hombre llamó al celular de la esposa de Martínez y de manera amenazante le aseguró que lo tenían en su poder y de no conseguir $20.000.000 acabarían con su vida.

Según el relato de la denuncia de desaparición, 30 minutos después, el sujeto volvió a comunicarse para dar a conocer sobre la manera como debían consignar el dinero, pero ante la negativa de la familia (al no tener dicha cifra) ellos aseguraron que escucharon lo que serían dos disparos.

Lo más extraño es que cuando la familia se percató de que el celular de Martínez tenía señal decidieron comunicarse.

“La familia lo llamó y le preguntó que si estaban bien y manifestaron que sí. Además que ya venían de regreso a Cúcuta. Pero más tarde, en una segunda llamada, Martínez le pidió a sus hijos que le enviaran evidencias de la conversación que tenían con el presunto cliente que le solicitó el trabajo y así lo hicieron, esa fue la última conversación”, dijo el familiar.

Presunta extorsión los llevó a desaparecer

Al parecer, Alberto Martínez y su familia habrían sido víctimas de una extorsión que se forjó desde la cárcel y que terminó metiéndolos en un sitio de sumo cuidado.

“El número de donde contactaron a la familia figura como última ubicación en la cárcel modelo de Cúcuta, por lo que se cree que los extorsionistas pretendieron meter al señor en una zona de mala señal para cometer la extorsión. Pero, los dos amigos terminaron en la zona rural de Palmarito, donde hacen presencia varios grupos armados”, dijo una fuente.

Camioneta quemada

Las familias de ambos hombres no han parado de indagar sobre la suerte de ellos y en esa búsqueda supieron que la camioneta de Martínez apareció quemada en Puerto León, en inmediaciones del sector El Infierno.

Luego de pedir ayuda a la Cruz Roja y con acompañamiento de la junta de acción comunal de Palmarito lograron ir a la zona el pasado miércoles. Allá solo encontraron la camioneta quemada. La placa y marca correspondía a la de Martínez. El jueves 4 de marzo  instauraron la denuncia de desaparición y desde entonces no tienen noticias de sus seres queridos.

“Lo último que supimos es que la camioneta duró un día abandonada y al otro ya estaba quemada. Además que, para esos días, los vieron caminar amarrados de las manos y golpeados por unos sujetos”, dijo el familiar.

La suplica de ambas familias es que a sus seres queridos les respeten la vida.

Alberto Martínez Aguilar ha dedicado casi toda su vida a ser conductor de busetas. Por su parte, su amigo Loaiza, quien también fue por un tiempo conductor, recientemente se desempeña como comerciante.

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Laura Serrano
Miércoles, 10 de Marzo de 2021
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