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Cuarta revolución industrial, un reto para los trabajadores

En las películas y series es normal ver robots y máquinas haciendo los trabajos de los seres humanos. 

La masificación de las nuevas tecnologías, la tecnificación de los procesos industriales y la aparición de máquinas con inteligencia artificial y lectura de comandos avanzados, plantean un escenario futurista que el mercado laboral mundial está enfrentando y que en Colombia se empieza a materializar. La gran pregunta que nace con esta nueva dinámica es: ¿Las máquinas reemplazarán a los seres humanos en sus trabajos?

En el mundo existen 3.200 millones de trabajadores que se enfrentan a los desafíos de los cambios en la organización del trabajo, la digitalización y la globalización, que determinan nuevas realidades para la creación y sustitución de empleos tradicionales.

El Foro Económico Mundial (FEM) reveló que la automatización y robotización de los puestos de trabajo significará para el 2025 la pérdida de 75 millones de empleos, aunque también habrá una creación de nuevos roles por  los desarrollos tecnológicos que generará 133 millones de puestos de trabajo.

Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, dijo que la clave para el trabajo del futuro está en la formación permanente. Esto revela la necesidad de incorporar procesos académicos por competencias y habilidades en las nuevas funciones y labores que se generan en el mercado.

“Este es un desafío para Colombia y para el mundo, la Organización Internacional del Trabajo definió que debe haber formación permanente para privilegiar el factor cualitativo del trabajo para que estos no se destruyan sino que se sustituyan o reemplacen por otro tipo de labores”, explicó Jaramillo.

Para el experto, el trabajo decente también tiene un papel vital en el tema porque eso impide que por causa de la automatización y la robotización, se destruyan beneficios como los derechos del trabajo y la seguridad social.

“Las habilidades adquiridas o los estudios tenían cualidades que duraban vigentes entre 20 o 30 años, ahora los conocimientos que se obtienen en la universidad se renuevan cada 4 o 5 años. Esto obliga a cambios en la formación para el trabajo”, puntualizó Jaramillo.

Sectores afectados

Los sectores de servicios y de agricultura son en los que más se ha evidenciado una robotización de las labores. Jaramillo advirtió que esto genera un prejuicio en la seguridad social porque en la medida en que hay menos aportantes se reducen los recursos de este sistema que cobija a todos los trabajadores formales del país.

La encuesta sobre el futuro del trabajo 2018 del FEM reveló que en la proporción de horas de trabajo entre el hombre y la máquina, el procesamiento de información y datos tiene el mayor porcentaje de intromisión de la tecnología con un 47 %.

Para el 2022 la encuesta estima que el 62 % de las horas trabajadas en el procesamiento de información se ejecutaría por máquinas.

La segunda actividad con mayor porcentaje fue la recepción de información laboral (36 %), mientras que la estimación es que para el 2022 el 55 % de las horas de esta labor serán automatizadas.

Según un estudio de 2013 de los investigadores Michel Osborne y Carl Benedikt Frey de la Universidad de Oxford, la originalidad y la inteligencia social son las dos facultades humanas más difíciles de automatizar.

Los investigadores determinaron que las ocupaciones menos amenazadas por la tecnificación son: terapeutas ocupacionales, cirujanos orales y maxilofaciales, nutricionistas; trabajadores sociales, maestros de primaria, médicos; directores de recursos humanos, antropólogos y arqueólogos.

Por otra parte, las labores con mayor probabilidad de automatización son: quienes trabajan en recolección de datos, reparadores de relojes, telemercadotecnia; árbitros y oficiales deportivos, analistas de crédito, cajeros; técnicos de laboratorios dentales, empleados de facturación y registro, y el servicio postal.

Los investigadores de Oxford también anticiparon que la mayor parte de las personas que trabajan en transporte y logística eventualmente serán remplazadas por la tecnología. Así como los empleados dedicados a trabajos de apoyo administrativo y la mano de obra productiva del sector manufacturero.

Esto incluiría labores como: vendedores a distancia, costureros, agentes de transporte y carga, operadores de maquinaria de procesamiento y de revelado fotográfico.

Mario Zambrano, investigador del Observatorio Regional de Mercado de Trabajo de la Universidad Libre (Ormet), dijo que el ejemplo más visible del impacto de la Cuarta Revolución Industrial es la industria manufacturera de Estados Unidos, especialmente la automotriz.

“Este cambio no se va dar en todos los sectores, principalmente será en labores manuales y en las operativas. En Colombia no se ha hecho un estudio profundo sobre su impacto, pero sí hay preocupación para reforzar las habilidades blandas de los trabajadores, fortalecer el estudio de las ciencias humanas y flexibilizar los currículos de las universidades”, agregó Zambrano.

En la región

Las entidades financieras, comercios de grandes superficies y los centros comerciales de Suramérica han empezado a automatizar sus procesos generando un desplazamiento de mano de obra que si bien aún no se ha medido su impacto, fue descrito por el presidente nacional de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, como una de las razones para explicar la actual tasa de desempleo del país (10,8 %).

La ministra del Trabajo, Alicia Arango, dijo que es necesario formar a los jóvenes para los oficios que las empresas están demandando, una tarea que está asumiendo el Sena.

“El país va entrando en el mundo de la tecnología, de la digitalización y eso no tiene freno. Lo importante es ganar en productividad para adaptarse y que esto genere empleos, no que los destruya. La clave es la formación en las nuevas competencias que se necesitan en el mercado laboral”, agregó Arango.

Según un informe de Latinia, empresa fabricante de software para notificaciones financieras, el 40 % de los 100 principales bancos de la región ha apostado por la Inteligencia Artificial en todos sus departamentos operativos.

Argentina, Colombia y México son los países de la región que más han invertido y apostado masivamente por esta tecnología.

“La Inteligencia Artificial ha ido creciendo en las instituciones financieras para mejorar la experiencia de sus consumidores”, explicó Oriol Ros, director global de marketing de Latinia.

Las entidades financieras implementan chatbots (sistemas de conversación) desde hace años para usarlos en la personalización de productos, chequear la veracidad de los datos del cliente, analizar pautas de gasto y consumo, entre otros procesos.

Un caso más cercano es el de Homecenter en Cúcuta, en donde la entrada y salida de los parqueaderos, así como algunas cajas de pago, han sido automatizadas. Ahora, en vez de que un guardia de seguridad le entregue una tarjeta para el parqueadero, hay una máquina que las reparte; y en vez de un cajero, los propios usuarios pagan sus productos.

Este sistema automatizado en los parqueaderos también se instaló en el centro comercial Jardín Plaza y el Aeropuerto Internacional Camilo Daza.

A nivel mundial la tecnología seguirá creciendo y abriéndose paso en el mercado laboral, por eso, los trabajadores deben estar en una capacitación constante para manejar y configurar las máquinas y no ser reemplazados por ellas.

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Daniel Villán Bustamante
Domingo, 20 de Octubre de 2019
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