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Cuide las fotos de los niños en la web

Cuando se comparten imágenes de bebés en la web, los padres crean inapropiadas biografías paralelas de su hijos a su antojo.

El 15 de mayo de 2014, los trinos de Lyndsey Thomas (@Lyndz_Thomas) causaron impacto en la red de 140 caracteres. Esta mujer inglesa publicó su parto en tiempo real.

Las reacciones de su esposo durante el alumbramiento y la primera vez que ella amamantó a su hija fueron algunos de los momentos que exhibió en la red social. De hecho, creó la etiqueta #babyfernethomas(bebé Ferne Thomas) con la que muestra el crecimiento de su hija en Twitter.

Antes de que Internet masificara esto, las fotografías de bebés recién nacidos haciendo muecas o a la hora del baño quedaban en el álbum familiar solo a la vista de personas que autorizaban los padres. Ahora, estos momentos se hacen públicos e incluso, con ecografías, el recién nacido logra un espacio en el mundo digital.

Para la pedagoga española Nora Rodríguez, cuando comparten imágenes de bebés en la web, los padres crean inapropiadas biografías paralelas de su hijos a su antojo. “Los menores de edad tienen derecho a que su vida no se haga pública pero hay narcisismo por parte de los padres que no se dan cuenta que atentan contra el derecho a la privacidad de sus hijos”.

La psicóloga especialista en vincularidad temprana, Adriana López, cree que los adultos antes de compartir momentos íntimos como el cambio de pañales o la caída del cordón umbilical deberían pensar que “las fotos las pueden ver muchísimas personas y no hay manera de controlar lo que los demás pueden hacer con ellas. Los padres transmiten valores, y respetar la intimidad es uno importante para enseñar”

Un mundo sin ley

Aunque en Facebook e Instagram, redes en las que es popular este tipo de contenido, existen políticas que eliminan publicaciones de desnudos, no hay leyes claras en torno a la protección de las imágenes de los niños.

La mayor Andrea Rojas, jefe de protección a la infancia y adolescencia de la Policía Nacional, explica que “compartir imágenes de bebés en Internet no es ilegal pero sí atenta contra la intimidad y dignidad del niño. Por lo tanto, trae consecuencias negativas pues otras personas pueden utilizar esas fotos para delitos como la pornografía, el secuestro o el ciberacoso”.

Mostrar sus partes íntimas en imágenes puede tener consecuencias graves. El Código del Menor protege la dignidad del niño y cada caso debe ser evaluado particularmente. No obstante, quienes publican este contenido pueden tener consecuencias civiles como multas impuestas por Bienestar Familiar y, es más, cuando se comprueba que las fotos son usadas con fines pornográficos, se considera un delito que da hasta 20 años de cárcel, según la mayor Rojas.

De hecho, un acto inocente puede convertirse en un problema para los padres de familia. Por ejemplo, un papá que no tenga la custodia del menor de edad podría llevar a juicio a su expareja por presentar a su hijo desnudo, alegando que su mamá no está protegiendo su dignidad e intimidad.

La abogada de Bienestar Familiar Marcela Enciso advierte que cualquier publicación, hasta una foto que ridiculice al niño, conllevaría a sanciones administrativas.

Es por ello que Emilia Canzutti, profesora de psicología de la Universidad del Salvador en Argentina, recomienda a los padres compartir esta información solo con grupos selectos de amigos y familia “que tengan afecto por nuestros hijos y que no les hagan daño con los comentarios”.

Para el abogado español experto en menores Ramón Arnó, antes de publicarlas los padres deberían pensar si lo que comparten será perjudicial para sus hijos en el futuro. Esto se conoce como “oversharing”, que es la sobre exposición de los datos de los menores de edad por parte de sus progenitores sin su consentimiento.

La pedagoga Rodríguez, quien además es autora del libro Educar a niños y adolescentes en la era digital, es más radical y afirma que los padres no deberían compartir fotos de sus hijos hasta que tengan su autorización. Para ella, 12 años es la edad en que los niños estarían en capacidad de tomar esa decisión.

“Hay que hacer un trabajo de educación parental para que los padres no publiquen estos contenidos. Además, falta ética y respeto por los derechos de la infancia ya que es una etapa de la vida que se niega cada vez más porque los padres tratan a los niños como si fueran personas mayores y esto hace que pierdan sus derechos”, concluye la experta.

*Medellín | EL Colombiano

Miércoles, 29 de Julio de 2015
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