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La actriz cucuteña que triunfa en Bogotá
A pesar de los obstáculos en su carrera, Yesenith Jaime Mantilla está decidida a seguir formándose. 
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Juan Diego Aguirre
Martes, 29 de Diciembre de 2015

De tez morena, con un semblante duro y seguro, Yesenith Jaime Mantilla posa frente al telón. Llegó el día. A continuación, respira profundo, suena una música de la época clásica, se encienden las luces y ella se transforma en un personaje con sentimientos perversos.

Así comenzó la interpretación de la cucuteña en la obra de teatro ‘Miss Julie’, ante decenas de espectadores angloparlante en Bogotá. Pero este logro no se obtuvo de la noche a la mañana… 

15 años antes, la joven ya soñaba con actuar. Era líder del salón y representante de clase del colegio Santo Ángel. Se destacaba en materias como historia y humanidades y también en los descansos o reuniones políticas, donde manejaba público. Empero, no le gustaban los números, era disléxica y confundía las cifras. 

“Me decían, lea este número: era un 63, pero yo leía un 33”, señala con gesto sereno.  

Eso no fue impedimento en su dedicación artística. En una ocasión apareció en la cocina de la casa, su madre, Claudia Mantilla, la observó ¿Qué tenía preparado la pequeña esta vez? Yesenith, con una peluca de anciana y de vestido largo que se escurría sobre la baldosa, imitó a su abuela. Encorvada y con una voz carrasposa, se tambaleaba y repetía frases de la nana, todo un espectáculo.

A los 10 años ingresó al grupo de teatro estudiantil en un casting con más de 100 niñas. Las chiquillas pasaban al escenario nerviosas y ejecutaban el baile lánguido de moda, el de  Cristina Aguilera. Yesenith Jaime preparó algo distinto. Se paró frente al jurado con unas medias rotas y ondeó su cabello una y otra vez, interpretaba a la ‘Peliteñida’, de Betty la fea. Fue uno de las mejores presentaciones.

Al mismo tiempo hizo teatro callejero en Cúcuta, junto a otros compañeros, se paraban en un cruce sobre la avenida cero y representaban una función.

Cuando se graduó a los 16 años y con una tristeza en el rostro, pero sabiendo que era su sueño, Yesenith dejó a sus padres y hermano menor, partió a una ciudad fría y solitaria, Bogotá.

Llegó  a la capital acogida por unos primos e ingresó a la Academia Superior de Artes (SAB) de Bogotá. Al mismo tiempo estudió en la Academia Charlot, de la reconocida actriz María Cecilia Botero. Estudiaba de 9 de la mañana a 4 de la tarde en el instituto privado y de 4 a 9 de la noche en la SAB.

Mientras estudiaba en el instituto público, contrario a lo que se imaginó, se desgastaba y sus aspiraciones se difuminaban.

“Era una universidad pública y yo estaba muy chiquita, era un ambiente muy pesado, con gente adulta, no aguanté ahí. Me devolví para Cúcuta porque pensaba que lo mío era comunicación social”.

De regreso a la frontera y divagando en sus pensamientos, tenía que decidir sobre su futuro profesional, un punto de no retorno. Los padres, sin pensarlo dos veces la apoyaron y consiguieron un orientador vocacional. Así pues, la joven a través de terapias y sesiones, finalmente logró encontrar su rumbo.

“Yo quería actuación, pero el problema era la SAB. Decidí que lo mío era ser actriz profesional. Como en Cúcuta no hay vitrina, no hay televisión o cine, entonces me devolví a Bogotá. El Pénsum cambió y me tocó empezar de cero”.

En la capital pasó por varias residencias estudiantiles y costeaba la formación como docente de teatro para jóvenes, en actividades de recreación y con algunos papeles de reparto en cortometrajes. Las obras de teatro también le generaban ingresos.

En estos últimos años, Yesenith alterna su trabajo de actriz con estudios en Gestión Cultural en la universidad EAN (Escuela de Administración de Negocios).

“Se ha descubierto que el mundo de la actuación no es glamour, nosotros no somos millonarios, vivir nos cuesta un buen sueldo, nos quedamos sin trabajo mucho tiempo y sufrimos mucho por eso”, señala la joven.

A pesar de los obstáculos en su carrera, la cucuteña está decidida a seguir formándose. Recién, Yesenith Mantilla trabaja en The Bat (Bogotá Anglo Theater), teatro en inglés, único en el país. Además de eso es emprendedora cultural. Sus aspiraciones la llevan al exterior, pero eso lo irá gestando con el tiempo. Por ahora, seguirá triunfando en las salas de teatro más importantes del Colombia.

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