Un estudio realizado por Weight Watchers -una compañía internacional que asesora estilos de vida saludables-, y para el cual fueron consultadas alrededor de dos mil mujeres, demostró que ellas pasan casi ocho veces al día autocriticándose por cualquier razón: desde su apariencia hasta cosas tan sencillas como el tono de voz en el que respondieron tal o cual cosa.

Sin embargo, este comportamiento compulsivo no es exclusivo de las féminas. Estudios de la Universidad de Granada, que a su vez fueron realizados por la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, señalan que los hombres también tienen un secreto: pasan una buena parte del día compitiendo tanto consigo mismos, como con otros hombres y mujeres, ya sea por atención o por demostrar que tienen los conocimientos o habilidades para tal o cual tarea, aunque no se les sea asignada.

El estudio indica que con base en la crianza y sus niveles de testosterona, los hombres serán más competitivos que otros o tendrán este comportamiento más o menos veces durante el día.

Las mujeres, sin embargo, según Weight Watchers, tienen una alta estadística: una entre cada siete mujeres siente demasiado la presión social y es -tal vez- demasiado estricta consigo misma.

Expertos aseguran que la reproducción de estereotipos sociales, el estilo de vida actual y la falta de control sobre el aumento en los niveles hormonales hacen que el hábito de autocriticarse y de competir se presente en mujeres y hombres.

Más allá de los estereotipos, vale la pena pensar si la forma en la cual estamos percibiendo el mundo nos dará felicidad o, por el contrario, nos pondrá en contra, incluso, de nosotros mismos.

¿Qué se critican las mujeres?

Según Weight Watchers, el 46% de las mujeres se critica desde las 9:00 de la mañana y más aún si están probándose ropa.

A continuación, la lista de críticas que ellas se hacen a sí mismas:

"Estoy demasiado gorda", "mi pelo está horrible", "tengo una panza enorme" y "me debería cuidar más con las comidas", encabezan la lista de autocríticas. La coach Carolina Díaz señala que este es uno de los pensamientos más recurrentes de las mujeres a cualquier edad en esta época. "Incluso recibo quejas de mujeres mayores que aseguran no estar satisfechas con su físico y que están dispuestas a tomar medidas extremas. Quiero decirles algo a las mujeres: si siguen alimentando este pensamiento obsesivo sobre su cuerpo jamás estarán satisfechas consigo mismas. No importa lo que busquen: si quieren cumplir los estereotipos para conseguir pareja o simplemente para sentirse -supuestamente- bien consigo mismas, jamás lo lograrán. La única forma, aunque al principio duela, es aceptarse y amar su cuerpo. Es el primer paso para que otros lo hagan", puntualiza la experta.
    
"No hago suficiente ejercicio". La entrenadora fitness, Natalia Ariza, comenta que la recomendación para las mujeres es que se asesoren en el ejercicio que más les conviene y que trabajen en el control de ansiedad. "Esa misma presión que sienten por ser perfectas es lo que hace que desfallezcan a la semana de comenzar los ejercicios porque no ven los resultados que esperan. Sí hay resultados, pero deben ser constantes y, sobretodo, asesorarse para determinar los mejores ejercicios para su cuerpo y para lo que quieren lograr", indica la entrenadora y agrega que vale la pena hacer el tipo de ejercicio que más le guste para que así se sienta feliz y no vea el ejercicio como una obligación.
    
"Estoy hecha un desastre al lado de otras mujeres". La socióloga Adriana Meza afirma que el estilo de vida actual exige mucho de las mujeres, que se resisten a entender que todo no se puede hacer. "La liberación femenina fue maravillosa porque alcanzó sus derechos civiles. Ahora es momento de que las mujeres alcancen su independencia emocional. La economía del mercado les ha exigido hacer de todo y hacerlo bien: ser ejecutivas, madres, esposas, tener el cuerpo perfecto, ser fuertes y a vez suaves... ¡todo en uno! Y eso es imposible", sostiene la experta. La socióloga señala que es momento de liberar ese estereotipo y entender que como seres humanos seremos mejores para unas cosas que para otras, y que "todo no se puede hacer a la vez".

Entre otras críticas que se hacen las mujeres así mismas y que están relacionadas con las necesidades que impone la economía de consumo actual son:

"No gano suficiente plata".
    
"No puedo usar esta ropa".
    
"Me gustaría ser tan fotogénica que las demás mujeres en Facebook". "Es sabido que gran parte de las mujeres -y también los hombres- sienten ansiedad por no poder alcanzar lo que otros muestran en Facebook. Las redes sociales producen mucha ansiedad", explica la socióloga Adriana Meza. 

*Bucaramanga | Colprensa