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Mario Espitia enfrenta un reto al interpretar a Cristian Dangond
En ‘Sinú, río de pasiones’, protagoniza un triángulo amoroso.
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Daniela Sánchez Villamizar
Viernes, 22 de Enero de 2016

Su vida en este momento gira entorno a Cristian Dangond, hijo de Aníbal uno de los más importantes ganaderos de Montería, a quien el reconocido actor Mario Espitia interpreta en la reciente novela del canal Caracol, ‘Sinú, río de pasiones’.

Su talento y belleza se roban los suspiros de cientos de colombianas que cada noche encienden su televisor para sintonizarlo. Allí lo ven protagonizando un triángulo amoroso junto a Lina María Henao (Natalia Jerez) y Felipe Guerra (Carlos Almirante).

Mario llegó a ‘Sinú’ a interpretar a un hombre inteligente, serio, buen orador, ambicioso, poco fiestero y físicamente muy guapo (siempre está perfumado, bien peinado y muy bien vestido), pero con una historia de vida muy fuerte, un personaje que se le ha convertido en un reto como actor.  En diálogo con La Opinión habló de este personaje y reveló detalles de su vida.

Al igual que ‘Teto’, su personaje anterior, de nuevo desea la mujer del prójimo…

Creo que pese a esto, considero que los dos personajes guardan una buena distancia. Cristian es muy complejo y dramático. Muy diferente a la historia de ‘Teto’. En ‘Sinú’ hay un gran enredo de amor  entre la mujer de mi ‘casi-hermano’ y yo. Aquí ellos se enamoran y es una historia muy bonita, aunque es ajena y con mucho dolor.

¿Cómo se siente con este personaje?

Creo que esta es una gran oportunidad que tengo para ser actor. Dios y el canal Caracol me dieron la oportunidad de hacer un personaje fuerte y con mucha responsabilidad, porque es un hombre que no te dejar ser. Es muy rico cuando uno actúa y puede llorar, gritar y pelear, pero este personaje no me lo permite. Todo está guardado y contenido. Es una persona oscura pero es brillante, entonces es muy especial poder ser un poco la parte oscura del proyecto, pero con ese brillo.

¿Es una novela con mucha pasión?

La pasión que hay es muy fuerte y muy especial. Ésta se convertirá en un gran espejo para mucha gente. Creo que más de uno se ha enamorado, sin culpa, de la mujer de otro y es aún más difícil cuando la mujer del otro se enamora de uno, esto es muy complicado. Nunca lo he vivido, pero puede llegar a ser muy fuerte para el público. Además, en la novela se habla también de la ganadería, la realidad política, nunca había trabajado como político y debo decir que ser concejal ha sido difícil y ser abogado no es fácil.  

¿Volver a actuar fue un regalo del 2015 antes de terminar?

Si porque llegó en un momento maravilloso. Ya había terminado de hacer el programa ‘La Fila’ y me dijeron que querían que hiciera casting para este personaje. Lo hice, me lo dieron y me quedé  con un personaje que no es fácil y que cualquier actor quisiera poder hacer, porque es real, no hay nada ficticio, ni nada chistoso.

Cristian llegó en el momento justo…

Llegó en un gran momento. Que rico poder hacer un proyecto como Rafael Orozco, descansar, entrenarme como actor, trabajar como periodista en mi programa de la televisión pública, hacer ‘La  Fila’ y otra vez volver recargado a actuar. Pienso que hemos hecho las cosas con mucho orden. Mi carrera la hemos llevado muy bien: sin imprudencias y sin hacer más de lo que podemos.

Acerca de ‘Cristian’

Su mamá murió cuando tenía 6 años, debido a una grave enfermedad. Desde ese momento, Cristian y Aníbal, su padre, quedaron solos en el mundo. Aníbal, vencido por el dolor, se refugió en el trabajo mientras que Cristian encontró en casa de los capataces de la hacienda la familia que le estaba haciendo falta.

A Doña Sonia aprendió a quererla como a una madre y a Felipe, el hijo de la mujer, como a su propio hermano. Aunque Cristian disfrutaba de la vida de la hacienda, el interés por la política lo llevó a estudiar de derecho. Él tiene un gran futuro como político, sin embargo, hay algo lo empujó por el camino de la ilegalidad.

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