Organizaciones de derechos humanos denunciaron este lunes 1.414 "ejecuciones extrajudiciales" en Venezuela en 2021, "cifra letal" pese a caer más de 50% con respecto a 2020.
"Notamos un significativo descenso en las ejecuciones extrajudiciales", pero "sigue siendo una cifra alarmante y letal", dijo el padre Aldredo Infante, vocero del Centro de Acción Social de la Compañía de Jesús (Centro Gumilla) al presentar un informe conjunto con la ONG Programa Venezolano Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA).
Venezuela había registrado, según estas organizaciones, 3.034 "ejecuciones extrajudiciales" en 2020.
El número de casos, pese a la reducción, "refleja la alta letalidad con la que siguen actuando organismos policiales y militares" en este país de 30 millones de habitantes, expresó Marino Alvarado, coordinador de PROVEA.
La caída, subraya Alvarado, llega después de alertas de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, por "ejecuciones extrajudiciales" en Venezuela.
La expresidenta de Chile pidió la disolución de la Fuerza de Acciones Especiales de la Policía Nacional (FAES), acusada de excesos en operativos contra la criminalidad.
"El gobierno anunció un proceso de reestructuración de la Policía Nacional (...), pero no hay ninguna información de lo que se está haciendo", resaltó en ese sentido el activista.
La policía científica, el CICPC, fue responsable de 347 "ejecuciones", siendo el cuerpo de seguridad con mayor número de casos, desplazando a las FAES, de acuerdo con el informe.
Se produjeron 13 ejecuciones de menores de edad en 2021, según el documento.
"Exhortamos al Ministerio Público para que se investiguen las cadenas de mando" de los cuerpos policiales y militares, manifestó Alvarado.
En 2021 hubo en Venezuela 11.081 muertes violentas -categorización que incluye homicidios, fallecimientos por "resistencia a la autoridad" y causas con investigación en curso-, según la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), que sirve de referencia ante la escasez de cifras oficiales.
Ello representa una tasa de 40,9 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, siete veces mayor a la media mundial.
