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Venezuela
La crisis de los hospitales venezolanos es peor que las enfermedades
No hay insumos en los centros méicos y cada la cifra de pacientes que fallecen va aumentando.
Sábado, 14 de Mayo de 2016

Aparte del dolor y el sufrimiento propio de las enfermedades, Venezuela padece con igual rigor la falta de medicamentos y de instalaciones hospitalarias adecuadas para atender y curar a los pacientes.

En un reciente informe de la BBC de Londres, una ex internista del hospital Universitario de Caracas denunció lo que podría ser una exageración macondiana: los enfermos se mueren en Venezuela no tanto por la gravedad de sus males sino por la falta de insumos en las clínicas y puestos de salud. Y el gobierno del presidente Nicolás Maduro, como se ha denunciado también, se resiste a recibir la ayuda humanitaria que le han ofrecido de todas  partes del mundo.

“No tienes buen sueldo, no tienes seguridad y se te mueren los pacientes porque no hay con qué tratarlos”, reconoció la doctora Ana Carolina Ortiz, del centro antes citado, otrora el establecimiento hospitalario más prestigioso de Venezuela.

Los problemas más graves

Periodistas de diferentes medios han señalado y documentado como problemas extremos en la asistencia hospitalaria del vecino país los siguientes:  

Los médicos deben de tomar con su celular fotos a las radiografías porque no hay material para imprimirlas.

Deben improvisar el forro de los zapatos con los que entran a cirugía son rehusados como gorras.

Los vasos humidificadores para oxígeno están inservibles.

Los baños de las mujeres no funcionan y el agua es dosificada por parte del gobierno.

La mayoría de los focos de las lámparas están fundidos, por lo que se deben de usar linternas.

Ante los cortes de luz eléctrica, deben de usar el refrigerador para almacenar comida y medicamentos.

Una tragedia impensable

Según Pablo Zambrano, directivo de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetrasalud) y del Movimiento Sindical de Base (Mosbase), y quien fue citado en un informe en el diario El Nacional, los hospitales situados en el área metropolitana de Caracas no están aptos para garantizar la vida a los pacientes que ingresan, ya que padecen una severa crisis de falta de insumos básicos, materiales de limpieza y alimentos, sumado a la no asignación de presupuesto por parte del Ministerio de Salud.

Los hospitales tipo cuatro (con capacidad para más de 450 camas) pasaron a ser tipo tres, ya que redujeron hasta en 30 por ciento su capacidad para albergar enfermos.

En abril pasado, la Federación Farmacéutica Venezolana reportó que en el 85 por ciento de las farmacias no se encuentran los medicamentos básicos y, según la Federación Médica Venezolana, los hospitales del país tienen sólo el 5% de las medicinas e insumos necesarios para operar con normalidad.

Un reciente informe de la agencia española Efe, señaló que la escasez de medicamentos en Venezuela sigue siendo una tragedia visible en farmacias y hospitales. El número de fármacos esenciales que están haciendo falta se ha señalado en 872.

Enfermos de cáncer, portadores del VIH, hipertensos y diabéticos, entre otros, deben peregrinar por las farmacias de todo el país en busca del tratamiento farmacológico que requieren para sobrevivir, conseguir que se lo envíen de otro país o caer en el mercado ilegal.

Casos puntuales

Efrén Freay, instructor de baile de 37 años, sufre de aplasia medular, una enfermedad que afecta la médula ósea y puede degenerar en leucemia.

Después de que recibiera un trasplante de médula ósea hace más de un año, el instructor requiere de un tratamiento que incluye varios medicamentos que debe consumir de por vida, que cada día se le hace más difícil conseguir y que, cuando los obtiene, es a un costo exorbitante.

“Yo soy un paciente trasplantado, yo tengo un control, el monstruo está ahí, está dormido, pero no puedo dejarlo despertar, y la falta de medicamentos ha hecho una descompensación que cada día se va acelerando más”, indicó a Efe Freay, quien en los últimos días consiguió parte del tratamiento a través de las redes sociales.

Necesita tomar un fármaco para evitar la inflación celular que cuesta unos 48 dólares, 480 bolívares al cambio oficial de 10 bolívares por dólar que se destina para los medicamentos en el marco del control de cambio.

Pero el asunto es que no se consigue en ninguna farmacia, por ello recurre al mercado ilegal, donde se lo venden sin caja y sin conocer su procedencia o fecha de vencimiento a 30.000 bolívares (más del salario mínimo, situado en 24.720 bolívares o cerca de 100 dólares al cambio oficial más alto).

En el Hospital Universitario de Caracas de la Universidad Central de Venezuela (HUC-UCV) reciben a muchas personas que no fueron aceptadas en otras instituciones públicas de salud y que rechazaron, según los pacientes, porque no tienen materiales ni medicamentos para atenderlos.

Aun así en el HUC, muchos pacientes y sus familiares cuentan a los periodistas que deben salir a rebuscar por todos lados buena parte del tratamiento indicado para sus dolencias, porque en el hospital no hay, y tampoco se consigue en las farmacias.

A las puertas del hospital, los familiares se intercambian ansiosos información entre ellos para recabar pistas sobre la forma de conseguir el deseado remedio.

Angustiosa espera de los portadores del sida

La llamada Red Venezolana de Gente Positiva RVG+ en la que se encuentran inscritas 61.686 personas que portan el virus del sida, denunció que las vidas de estos ciudadanos están amenazadas porque “los 30 tipos de medicamentos antirretrovirales disponibles en Venezuela se agotarán” en junio.

El diputado opositor José Manuel Olivares aseguró la semana pasada que en el país “no hay” medicamentos para tratar el cáncer, la diabetes, la tensión, las convulsiones o el Parkinson, así como tampoco pastillas anticonceptivas, analgésicos y antipiréticos, entre otros.

Un día antes de la declaración de Olivares, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció la firma de un convenio con Cuba por el que La Habana se compromete a suministrar medicamentos a Venezuela “para resolver el grave problema” de la escasez de fármacos que sufre el país.

“Cuba se suma con este plan al motor farmacéutico de la agenda económica bolivariana para unirnos en calidad, con buenos precios, con seguridad”, dijo Maduro entonces.

La bancada parlamentaria chavista asumió en el pleno de la Cámara que existe un grave problema de falta de medicamentos, pero se negó a respaldar un proyecto de “Ley especial para atender la crisis humanitaria en salud” al señalar que la frase “crisis humanitaria” invita a una “posible intervención extranjera”.

Resumen Agencias / Medios

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