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Los escenarios que asoma un gobierno paralelo en Venezuela

Guaidó plantea un “gobierno de transición” que llame a elecciones y pide a los militares romper con la “dictadura” a cambio de amnistía.

La autoproclamación del opositor Juan Guaidó como presidente interino estrechó el terreno de batalla en Venezuela. Los escenarios vislumbran un punto crítico en el que Estados Unidos y los militares -sostén de Nicolás Maduro- inclinarían la balanza.

Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, dio este paso alegando un vacío de poder, con apoyo de Donald Trump y capitalizando el enorme descontento por el colapso económico. 

Maduro, que debido a ello rompió relaciones con la Casa Blanca, enfrenta este careo con la Fuerza Armada y el control institucional de su lado.

Pero también con la base popular diezmada. Durante su gobierno iniciado en 2013, Venezuela cayó en la peor crisis de su historia moderna, con escasez de comida y medicinas, y una inflación que el FMI proyecta en 10’000.000% para 2019.

Aquí los rumbos que podría tomar la crisis.    

Transición 

Guaidó plantea un “gobierno de transición” que llame a elecciones y pide a los militares romper con la “dictadura” a cambio de amnistía. Pero la Fuerza Armada dice ser leal a Maduro y que no se prestará a un “golpe de Estado”.

Si la oposición supera sus divisiones y el bloque militar sigue compacto, la “perspectiva de cambio” dependerá de que los adversarios del gobierno moderen sus exigencias y acepten una “transición a largo plazo”, opina Peter Hakim, de Diálogo Interamericano.

El proceso se simplificaría si los militares apoyan un cambio de gobierno, lo cual demandará amnistías para ellos y funcionarios civiles, varios acusados por Estados Unidos de corrupción, violaciones de derechos humanos y narcotráfico.

La posibilidad de que Trump sancione las exportaciones petroleras de Venezuela -a la que compra un tercio de su producción- acabaría de estrangular la economía y resquebrajaría los apoyos a Maduro, advierte la consultora Capital Economics.

Venezuela posee la mayor reserva petrolera del mundo, aunque su producción cayó a los peores niveles en tres décadas hasta 1,3 millones de barriles diarios (mbd).

Maduro atornillado  

Aunque muchos esperan que los militares abandonen a Maduro y abracen a Guaidó, “es poco probable que eso suceda” tras el renovado apoyo de la Fuerza Armada, señaló Michael Shifter, de Diálogo Interamericano.

“Si la oposición no se unifica y los militares mantienen el apoyo a Maduro, significaría continuar con el gobierno chavista, seguramente con Maduro en el poder”, indicó Hakim.

El mandatario socialista fue reelegido hasta 2025 en comicios boicoteados por la oposición y desconocidos, además, por la Unión Europea y varios países latinoamericanos.

Con la amenaza de Trump de nuevas sanciones y en default, Maduro podría buscar apoyo financiero de sus aliados China, Rusia e Irán, “más unidos en contrarrestar los intereses de Estados Unidos que por cualquier simpatía hacia Maduro”, comentó Paul Hare, de la Escuela Pardee de Estudios Globales de la Universidad de Boston.

Venezuela envía a China unos 300.000 barriles diarios, en pago de una deuda de unos 20.000 millones de dólares. A Rusia le debe unos 10.500 millones de dólares, según consultoras.

“China y Rusia pueden intentar salvar al régimen, requiriendo algunas reformas económicas serias y la reestructuración del negocio petrolero, e incluso pedir que Maduro se retire y trate de instalar un líder políticamente menos tóxico”, agregó Hare.

Militares al mando  

Si la Fuerza Armada retira su apoyo a Maduro y las divisiones persisten en la oposición, los militares podrían tomar el control, “al menos por un tiempo”, sostiene Hakim.

Las soluciones de facto están servidas ante la “falta de un árbitro institucional imparcial”, advierte Benigno Alarcón, experto en seguridad y defensa.

“Al gobierno y la oposición no les queda más remedio que responder con mucha fuerza; el que no lo haga, tendrá que sentarse a una mesa a negociar su salida”, señaló Alarcón.

Un aumento de la “represión” o un conflicto civil no están descartados y son el “peor escenario”, dice Shifter, al advertir sobre los “peligros que vienen con tener gobiernos paralelos”.

Trump ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa, “las más fuertes y las menos fuertes”, aludiendo a una intervención militar.

Negociación 

Maduro asegura que está dispuesto a reunirse con Guaidó, pero éste dice que no se prestará a un “falso diálogo”.

Aunque considera ilegítimo el mandato de Maduro iniciado el 10 de enero, la UE no ha reconocido a Guaidó como presidente encargado y promueve un “grupo de contacto” para acercar a las partes.

México y Uruguay también plantean una negociación, que llegaría tras cuatro intentos fallidos.

“El mejor y más realista escenario es una negociación prolongada entre una oposición unida y un gobierno a la defensiva”, estima Shifter. 

Según analistas, nuevas negociaciones podrían incluir desde elecciones hasta beneficios para evitar que militares y miembros del gobierno vayan a prisión.

¿Cuáles son sus apoyos?

Al autoproclamarse presidente interino de Venezuela, el jefe parlamentario opositor, Juan Guaidó, retó al gobernante socialista de Nicolás Maduro. En su forcejeo por el poder, estos son sus principales apoyos:    

Maduro    

Militares:

Son considerados el sostén del gobierno y reafirmaron su apoyo a Maduro, denunciando un “golpe de Estado” en marcha.

De 32 ministros, nueve son militares y dirigen carteras como Defensa, Interior, Agricultura y Alimentación, además de la petrolera PDVSA y el servicio de inteligencia. También controlan una televisora, un banco y una ensambladora de vehículos, entre otras empresas.   

Acreedores y aliados:

China, principal acreedor, con unos 20.000 millones de dólares pendientes de pago, se opuso a la “injerencia externa”, tras el apoyo de Estados Unidos y otros países a Guaidó.

Rusia es el segundo acreedor de Caracas y además lo respalda militarmente: en diciembre envió dos bombarderos y un centenar de oficiales a Caracas para ejercicios conjuntos.

El presidente Vladimir Putin llamó a Maduro para expresarle su “apoyo”.

Turquía, Cuba, Bolivia, Uruguay y México siguen reconociendo a Maduro, que además cuenta entre sus aliados a Irán y Corea del Norte.    

Justicia:

El Tribunal Supremo de Justicia es de línea oficialista. Sus miembros fueron designados por la antigua mayoría parlamentaria chavista, en diciembre de 2015, días antes de que la oposición asumiera el control del Parlamento. 

Desde 2016 declaró en desacato al Legislativo opositor y anula todas sus decisiones.

También, el fiscal general, Tarek William Saab, respaldó al gobernante socialista.    

Asamblea Constituyente:

Fue convocada por Maduro tras cuatro meses de protestas opositoras que dejaron unos 125 muertos en 2017, está integrada solo por oficialistas y tiene poderes absolutos. Asumió en la práctica las funciones del Parlamento.    

Poder electoral:

El Consejo Nacional Electoral es presidido por Tibisay Lucena, abiertamente chavista y durante cuya gestión han sido inhabilitados varios partidos opositores. 

Decisiones del CNE y de la justicia frenaron un referendo para revocar a Maduro en 2016.

Alegando falta de garantías e imparcialidad, los principales partidos opositores se han mantenido al margen de las últimas elecciones, incluidas las presidenciales del 20 de mayo de 2018 en que fue reelegido Maduro, y que denunciaron como un “fraude”. 

Guaidó    

EE. UU.:

Estados Unidos, varios países de Latinoamérica y la Unión Europea desconocieron la reelección de Maduro.

Tan pronto Guaidó se juramentó como presidente interino, Donald Trump lo reconoció. También una docena de otros países americanos como Brasil, Colombia y Argentina. 

La Unión Europea llamó pidió el inicio de “un proceso político que conduzca a unas elecciones libres y creíbles”, sin reconocer a Guaidó. Pero España y Alemania dijeron estar dispuestos a reconocerlo si Maduro no convoca elecciones rápidamente. Reino Unido ya dio su apoyo al opositor.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, también reconoce a Guaidó.   

Parlamento:

De mayoría opositora, el  Parlamento fue electo en 2015, cuando la coalición Mesa de la Unidad Democrática asestó al chavismo la mayor derrota electoral de su historia.

Tras asumir la presidencia del Legislativo, Guaidó comenzó a presionar por un “gobierno de transición” y nuevas elecciones, llamando a los militares a romper con el gobierno a cambio de amnistías.

Justicia en el exilio:

Un tribunal supremo de justicia paralelo, nombrado por la mayoría parlamentaria opositora y que está en el exilio, saludó la “voluntad” de Guaidó de asumir como presidente encargado.

La fiscal general destituida Luisa Ortega, dio su “apoyo y reconocimiento” al “nuevo presidente” Juan Guaidó. “Cuente con el Ministerio Público legítimo para restablecer la democracia”, le dijo.

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AFP
AFP
Sábado, 26 de Enero de 2019
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