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Venezuela: ¡Réquiem por el pan!
A partir de enero, la producción mensual de alimentos cayó en cifras superiores a 16%.
Sábado, 21 de Mayo de 2016

Hasta hace poco, los venezolanos tuvieron siempre a la mano los principales productos alimenticios de su canasta básica. Hoy, esos productos están por las nubes o para adquirirlos hay que pagar precios muy altos.

Las arepas, el pan, la carne, el queso, las caraotas, las hayaquitas, la leche, el tocino –para hablar de lo más conocido y tradicional a la hora de sentarse a la mesa– ingresaron a la lista de los alimentos imposibles de conseguir en Venezuela. Lo mismo puede decirse de las materias primas e insumos para la elaboración de los más exquisitos platos.

Según un documento de la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea), a partir de enero de 2016, la producción mensual de alimentos comenzó a caer estrepitosamente en porcentajes superiores a 16%. En abril pasado el desplome fue del 21,8%. Es el peor índice desde el año 2003 cuando Cavidea comenzó a medir –mes por mes– la producción alimenticia, tras la aplicación del férreo control de precios instaurado por el régimen chavista.  
 
Escasez de cemento

Pero otros sectores de la economía venezolana también están en crisis. El monopolio estatal del cemento sustituyó a la empresa privada, con el argumento que expuso entonces el gobierno de incrementar la producción, tener una oferta a bajo costo y favorecer los planes de construcción de viviendas e infraestructura. Nueve años después, el gobierno no tiene logros que mostrar, dicen las cementeras.

La Fábrica Nacional de Cemento (FNC) reveló en un informe que la producción de este producto se encuentra en sus mínimos históricos. Entre 2012 y 2015, esta fábrica registró una caída de la producción de 75%; en Cemento Andino el desplome fue de 35%; en Vencemos de 24%, y en Invecem la caída fue de 8%. La producción de Cemento Cerro Azul es ínfima, representa solo 10% de la capacidad instalada declarada oficialmente. Esta producción se logra alquilando maquinarias, equipos, comprando e importando materia prima, ya que la planta no ha sido concluida.

En 2007, cuando las empresas eran privadas, la producción de cemento llegó a ser de 10,2 millones de toneladas métricas. En el 2015, la producción fue de 5.931.641 toneladas. Eso significa que el total nacional bajó en 42% como resultado de las políticas gubernamentales y el modelo económico implantado.

La producción de cemento en 2015 no alcanzó para cubrir la demanda nacional. Para ese año, según el entonces ministro de Vivienda y Hábitat, Ricardo Molina, solo la Gran Misión Vivienda Venezuela consumía 4,5 millones de toneladas anuales, requiriendo 75% de la manufactura total.

Vehículos nuevos

En abril pasado, en Venezuela apenas se vendieron 279 unidades, casi la misma cantidad de carros ensamblados por todas las empresas en marzo. La caída anual fue de 94%.

En Cúcuta, según cifras de Fenalco y de la industria automotriz, se venden al mes 450 carros nuevos en promedio.

La Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez), ente que agrupa a las siete ensambladoras privadas que aun funcionan en el país vecino, indicó que a pesar de no haberse dado a conocer las cifras de producción, es evidente que el ensamblaje cayó fuertemente el pasado mes.

En marzo, cuando la producción fue de apenas 273 unidades, las ventas alcanzaron las 929 unidades, apalancadas por las colocaciones de vehículos producidos en meses previos.

Solo 6 carros importados

En abril también el mercado de autos importados tuvo una estrepitosa caída: solo fueron comercializadas 6 unidades, una contracción superior a 94% respecto a las 103 vendidas en marzo, según el informe de Cavenez.

En lo que va corrido del año solo tres empresas han podido mantener las operaciones de ensamblaje: Ford, Iveco y Mack. La primera gracias a un sistema que le permite adquirir partes de ensamblaje con recursos propios que son recuperados con la venta de los autos producidos en dólares, mientras que las otras dos estarían trabajando con material remanente de las compras hechas en 2014.

Un solo pan

La escasez de harina de trigo empeoró en el mes de abril. Las panaderías se han visto obligadas a reducir aún más su inventario, lo que las limita a vender un solo tipo o, en su defecto, buscar la manera de rendir los sacos que utilizan diariamente, que son aproximadamente entre uno y cuatro.

El pasado marzo, la Federación Venezolana de Industriales de la Panificación y Afines (Fevipan) aseguró que al país habían llegado 177.000 toneladas de trigo panadero. Pero es  poco para la demanda.

Periodistas de la publicación digital El Estímulo hicieron un recorrido por panaderías de Caracas y establecieron que un solo tipo de pan se está produciendo. “Hay campesino o canilla (muy poco) o pan francés, pero la variedad de panes salados quedó en el pasado”, informó la publicación.

Los principales encargados de distribuir la materia prima son los molinos Monaca, Hidalgo, Mocasa y Cargill. Del primero, los encargados de locales consultados no reciben trigo desde diciembre de 2015 y la planta está próxima a paralizar operaciones. Los restantes, se turnan la distribución sin tener un calendario determinado.

Entre los principales problemas que ha dejado la falta de harina están el aumento de precios, la reducción de horarios de trabajo y de personal, la disminución de producción y la venta racionada de pan.

Hace poco más de un mes llegaron 30 sacos de harina a una panadería de El Paraíso, lo que forzó la venta de un solo tipo de pan: el campesino a 200 bolívares. Se expende en la tarde y en la noche desde la semana pasada y se raciona a dos por persona.

En la panadería Charlotte, también de El Paraíso, el problema es otro. En lo que va del año han tenido que aumentar los precios de sus productos aproximadamente cinco veces debido a que los sacos de harina, de 45 kilos, pasaron de 1.200 bolívares desde principios de año a 5.500 bolívares. Aunque no racionan la venta, han reducido los 10 sacos que usaban diariamente a cuatro y los ha obligado a dejar de elaborar pan de sándunche, de hamburguesa y canillas.

Con harina prestada

También reseñó el caso de la panadería Cueva de Iria, ubicada en Santa Eduvigis, donde utilizan harina prestada. El convenio funciona entre locales que necesiten algún insumo y se los intercambian, luego cuando se regulariza el inventario, se los devuelven.

El presidente de Fevipan, Tomás Ramos, dijo en días pasados que el trigo panadero que llega a los puertos no es suficiente para cubrir la demanda. Desde principios de 2016, las panaderías del Zulia y del Táchira alertaron al país del aumento de precio en los productos y la escasez de harina.

Los precios del pan, dependiendo del sitio, van entre 100 y 300 bolívares para el campesino, entre 70 y 150 para la canilla, en los pocos locales que la venden y el pan francés entre 70 y 120 bolívares.

El derrumbe del intercambio comercial

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), el intercambio comercial entre Venezuela y Colombia –desde enero a noviembre de 2015– acumula una cifra de 1.264 millones de dólares, frente a los 2.281 millones de dólares correspondientes al mismo período del año 2014, lo que representa una contracción del 45% en el comercio binacional.

Por otra parte, las importaciones de productos colombianos a Venezuela, cayeron 46% respecto a enero-noviembre del 2014, alcanzando una cifra de 1.013 millones de dólares.

Considerando los cálculos del comercio binacional hasta el mes de noviembre de 2015, se puede constatar que los principales productos comercializados entre ambos países se encuentran agrupados en los capítulos: 17- Azúcares y artículos confitería; 27- Combustibles y aceites minerales y sus productos; 29- Productos químicos orgánicos; 30- Productos farmacéuticos; 31-Abonos; 39- Materias plásticas y manufacturas.

Finalmente, la dinámica comercial entre ambos países ha disminuido notablemente durante el año 2015, acentuándose con el cierre unilateral de la frontera dispuesto por el presidente Maduro desde hace 9 meses.

En este sentido, se evidencia que el comercio disminuyó 51% durante el segundo semestre del año, al registrar una cifra de 494 millones de dólares desde julio hasta noviembre de 2015, en comparación a los 999 millones de dólares correspondientes al mismo periodo del año 2014.

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