Según cifras del Instituto Nacional de Cancerología, en 2011 fallecieron 325 personas, entre los 15 y más de 65 años, por tumor maligno de labios, cavidad oral y faringe.
Esta cifra ha ido creciendo, siendo un padecimiento que en su inicio suele ser silencioso, luego se manifiesta con dificultad para masticar o deglutir alimentos, disfonía, manchas blancas o rojas en las encías, la lengua o dentro de la boca, llagas y cambios en la voz.
El cáncer bucal se presenta cuando hay un aumento en el número de células y cambios de tamaño de esas células cancerosas. La boca, los labios o las encías y, con menor frecuencia, sobre las amígdalas y las glándulas salivales.
Las épocas festivas aumentan la incidencia de fumar y de ingerir alcohol en exceso además hay factores hereditarios también incrementa el cáncer oral.
Otras causas que incrementan el cáncer oral puede ser la infección con el virus del papiloma humano – VPH; tomar medicinas que debilitan el sistema inmunológico, una higiene oral deficiente y pacientes inmunosuprimido por diferentes patologías.
“No hay edad específica para detectar el cáncer, lo importante es tener consultas periódicas entre 2 y 3 veces al año con el odontólogo y estar alerta a la aparición de placas blancas que no se desprenden de la boca”, comentó Christian Salazar, odontólogo especialista en rehabilitación oral y estética dental.
El tratamiento del cáncer bucal depende del lugar donde se encuentre alojado y de cuánto se ha diseminado. El doctor Salazar explicó que “Existen tres principales tratamientos para el cáncer bucal: La cirugía con el uso de láser para extraer el tejido afectado, acompañada por quimioterapia o radioterapia, para asegurar que todas las células cancerígenas sean destruidas y la terapia biológica; en la que se usan anticuerpos para bloquear áreas en la superficie de las células cancerígenas que pueden provocar el crecimiento”.
Se debe estar pendiente a cambios en la boca, el especialista Salazar recomienda realizar autoexamen de la siguiente manera: Frente a un espejo y con buena iluminación revise las distintas partes de la cavidad oral como lengua, por debajo de ella y sus bordes laterales, labios, caras internas de labio y mejilla, encías, paladar; si encuentra algo extraño consulte rápidamente al profesional.