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Circuncisión, educación, protección: armas para prevenir el VIH

La incidencia en colombianos aumentó, pasando de 13,7 casos por cada 100.000 habitantes en 2008, a 28,1 casos por 100.000 en 2018.

No es para ser alarmistas, pero sí para que se cuide: datos del Instituto Nacional de Salud de Colombia muestran un aumento en la incidencia del VIH en colombianos, pasando de 13,7 casos por cada 100.000 habitantes en 2008, a 28,1 casos por 100.000 habitantes en 2018.

VIH es el Virus de la Inmunodeficiencia Humana que afecta el sistema inmunitario con la destrucción de los glóbulos blancos, encargados de combatir las infecciones, por lo cual, si avanza hasta SIDA, el paciente muere expuesto a cualquier enfermedad o patógeno.

Las doctoras Isabel Cristina Posada Zapata y Érika Agudelo Olarte, de la Universidad de Antioquia, señalan en un estudio, que los varones homosexuales son la población más afectada por el virus, con una prevalencia que oscila entre el 5 y el 40%. Esto no quiere decir que las mujeres y los hombres heterosexuales no adquieran la infección.

Aunque estudios demuestran la asociación entre el VIH y aspectos sociales (pobreza), las campañas educativas siguen siendo determinantes para bajar las cifras de contagio. Entonces es vital:

Hacerse la prueba. Es importante saber identificar los factores de riesgo de contagio y hacerse una prueba serológica en el laboratorio para conocer, cuanto antes, si se es portador. Esto contribuirá a iniciar un tratamiento temprano para evitar que se avance al desarrollo del Sida.

Uso de preservativos durante las relaciones sexuales. Esto aplica tanto para hombres como para mujeres. El VIH es una infección de transmisión sexual, por lo tanto, está presente en la sangre, semen, secreciones vaginales y fluido pre-eyaculatorio; por lo tanto, practicar la penetración vaginal, oral o anal sin usar condón masculino o femenino eleva el riesgo de contagio. El condón de látex es el método de barrera más efectivo para evitar el contagio de VIH y otras infecciones de transmisión sexual.

Vea También: Desarrollan tratamiento de vacunación para reforzar inmunidad ante el VIH

Tratamiento profiláctico pre exposición y post exposición. Este tipo de tratamientos ayuda a prevenir la infección del virus ya sea previa a una exposición o posterior a esta. La evidencia científica muestra que una persona sana que se encuentre en situaciones de riesgo de adquirir el virus puede tomar un tratamiento profiláctico previo a una exposición. Este tipo de profilaxis implica tomar un medicamento específico contra el VIH diariamente y de manera constante. Si sostiene relaciones sexuales frecuentes con una pareja que es portadora del virus, es recomendable tomar este tratamiento. Las personas que hayan compartido agujas para inyectarse drogas también deben considerar esta recomendación.

También existe el tratamiento profiláctico posterior a la exposición, aunque no es 100% efectivo. Este se debe tomar bajo indicaciones médicas lo más pronto posible y antes de las primeras 72 horas de haber estado expuesto a una situación de contagio. Este tipo de tratamientos se toma durante los primeros 28 días de la situación de riesgo, al cabo de ese tiempo debe realizarse la prueba de laboratorio para conocer su estado.

Prevención de la transmisión madre a hijo. La principal forma de contagio de un niño es por medio de una madre portadora del virus, esto puede ocurrir durante el embarazo, el parto o cuando se amamanta. Hay una serie de medidas que ayudan a prevenir la transmisión por esta vía. Si la mujer está embarazada y es seropositiva, es importante iniciar el tratamiento con antirretrovirales lo antes posible con vigilancia médica, además, es posible que le programen una cesárea para el nacimiento del hijo. Asimismo, debe realizarse una prueba antes de la concepción o en el primer y tercer trimestre del embarazo, antes del parto. Esto para verificar que el bebé no tenga riesgo de contagio o éste sea minimizado con el uso de medicamentos específicos durante el parto.

En caso que su bebé haya adquirido el virus, debe empezar a recibir tratamiento con antirretrovirales entre las primeras cuatro y seis semanas de vida. No se debe suministrar leche materna.

Circuncisión voluntaria masculina. Esta es una recomendación que viene desde la Organización Mundial de la Salud y que debe ser practicada por el personal médico. El prepucio del pene es susceptible a contraer infecciones, por lo tanto, cuando se remueve reduce el riesgo. Las cifras muestran que la posibilidad de contagio se reduce en un 60% en hombres que sostienen relaciones sexuales y que hayan practicado este tipo de intervención.

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Colprensa
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Martes, 26 de Mayo de 2020
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