Utilizar el servicio de transporte público, frecuentar nuevamente los comercios, visitar consultorios médicos, y asistir a las oficinas de trabajo, entre otras actividades, van a requerir de medidas preventivas estrictas destinadas a la limpieza y desinfección constante. Hoy, estas prácticas son las más implementadas en el mundo ya que reducen efectivamente las probabilidades de trasladar el virus a las manos, el rostro y en general, al cuerpo.
“Afortunadamente contamos con una variedad de productos de limpieza innovadores y de fácil acceso en el mercado. Incluso algunos cuentan con propiedades que protegen nuestra piel y el medio ambiente. Sin embargo, es clave seguir los protocolos de uso de acuerdo con las recomendaciones de las autoridades”, asegura Lina Joya, Responsable de Mercadeo para la línea de Cuidado Personal de BASF.
A continuación, la experta comparte algunas recomendaciones para la limpieza de elementos o prendas que entran en contacto con el exterior:
Objetos de uso común: los expertos recomiendan incrementar o adquirir nuevas rutinas de limpieza en objetos que estamos acostumbrados a manipular pero que muchas veces no reparamos en limpiar y desinfectar constantemente, tales como: tijeras, chapas, pasamanos, llaves, puertas, botones de ascensores o superficies de la cocina o el baño. Para estos casos, se sugiere mantener cerca un rociador de por lo menos 100 ml de alcohol al 70% para aplicar en cualquier situación que se necesite.
Telas y prendas: la ropa es una superficie que fácilmente puede tener contacto con el virus, por tanto, se recomienda lavar las prendas que han estado expuestas una vez se llega a casa. “Hoy en día pueden encontrarse en el mercado una gran variedad de detergentes con soluciones innovadoras que brindan mayor eficacia, rendimiento y desempeño que son efectivos para combatir el virus del COVID-19”, aclara el experto.
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Limpiar los zapatos al llegar de la calle debe ser un hábito obligatorio en este nuevo periodo, ya que en la suela quedan miles de bacterias y virus del exterior
Alimentos: si bien no se ha comprobado la transmisión de la COVID-19 a través de productos comestibles, podría existir un potencial riesgo de transmisión en casos de personas infectadas que manipulen las superficies de los envases y alimentos frescos como frutas, verduras y carnes. Por esto, el lavado de manos durante 20 segundos, como mínimo, es importante al regresar del supermercado, aun si se utilizan guantes de protección. En cuanto a los vegetales, hay que retirar las superficies externas de la hoja y realizar un adecuado proceso de limpieza y desinfección del exterior de frutas y verduras para consumo en crudo.
Asimismo, es fundamental desinfectar las superficies de uso común, como mesones y tablas de cortar.
Transporte público y grandes superficies: uno de los grandes focos de contagio del COVID-19 son los medios de transporte público. Los encargados de limpiar y desinfectar buses y medios de transporte masivo emplean, por lo general, los mismos productos que se utilizan en hospitales, hoteles e instituciones públicas. “Existen en el mercado productos formulados con compuestos que funcionan muy bien como biocidas, sanitizantes y desinfectantes. Estas soluciones son las recomendadas para la esterilización de áreas tan utilizadas por una cantidad importante de personas”, concluye la experta.
