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El suicidio es real y se puede prevenir
​Médico siquiatra dicta unas pautas para conocer los detonantes y los signos de alarmas.
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Domingo, 20 de Septiembre de 2020

El pasado 10 de septiembre se conmemoró el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, miles de campañas llenaron las redes sociales, pues, al parecer, es un fenómeno que ha venido en aumento en este 2020. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que el 1,5% de las muertes en el mundo son por suicidio, una problemática que a lo largo de los años se le ha dado poca atención y por eso ha sido considerada poco prevenible. 

Y es que en la actualidad niños, jóvenes y adultos están propensos a pasar por situaciones que los lleven a considerar que la muerte es una solución y toman la decisión de suicidarse. 

En el 2019, según cifras de medicina legal, 83 hombres y 17 mujeres se quitaron la vida en Norte de Santander. Cabe resaltar que cuatro hombres y una mujer eran menores de edad. 

En Cúcuta, la cifra tampoco es alentadora. El año pasado, 36 personas se suicidaron, entre ellos, tres menores de edad. 

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), en promedio, siete personas se suicidan a diario en Colombia.

Este 2020 fue un año atípico, las rutinas y la normalidad a las que los ciudadanos estaban acostumbrados tuvieron que cambiar de forma abrupta con la llegada de la COVID-19.

Enfermedades mentales tomaron protagonismo en este tiempo y las campañas para prevenirlas tuvieron que aumentar, pues muchas de ellas pueden llegar a desencadenar un suicidio.

La OMS planteó diferentes vías o estrategias con tal de evitar el suicidio, entre ellos, teléfonos de ayuda y atención, capacitación a las personas que se encuentran en los ambientes escolares y familiares. 

Todo esto con el fin de identificar cuáles son los síntomas depresivos que presentan estas personas y, de cierto modo, evitarlo. 

La Opinión habló con Jorge Ramírez, médico psiquiatra, quien entregó un Abecé para conocer los detonantes, signos de alarma y métodos de prevención del suicidio.

¿Qué enfermedades derivan en conductas suicidas?

Las enfermedades que pueden desencadenar el suicidio se pueden sectorizar en diferentes campos. Hay enfermedades orgánicas que pueden ocasionar síntomas psiquiátricos, entre las más comunes están: la fibromialgia, el dolor discapacitante, las alteraciones tiroideas, entre otras. Estas pueden desencadenar una enfermedad mental llamada depresión y la depresión marcada genera un alto riesgo de suicidio. 

¿Cómo se pueden adquirir estas enfermedades mentales?

De diferentes maneras. Hablamos de trastornos genéticos, antecedentes de la infancia, maltratos, personas que no toleran el aislamiento social, ruptura de relaciones, problemas jurídicos, laborales y personales; la pérdida de un ser querido. Son más que todas situaciones complejas en las que la persona no está preparada mentalmente para asumir. 

¿Hay factores que aumentan el riesgo?

Estudios indican que los hombres tienden a ser más propensos a terminar con su vida. Pero, no hay que desestimar que existen otros factores como lo son el consumo de sustancias psicoactivas y el alcohol en gran cantidad, que también pueden ser unos detonantes. 

¿Cuáles son los signos de alarma?

Existen ciertos cambios que los familiares y los acompañantes pueden observar o pueden captar como: cambios en su esfera afectiva con tendencia a la tristeza y a la depresión.

Así mismo, cuando la persona se aísla de forma constante, la pérdida de apetito, la pérdida del sueño, la baja autoestima, los cambios de humor repentinos. 

Tampoco hay que pasar por alto que una persona repita frases como: “me quiero morir”, “me voy a suicidar”, “desearía no haber nacido”. O, que se despida, haga llamadas inesperadas, videos o cartas.

¿Los niños y adolescentes son más propensos?

Hay que aclarar que el suicidio en niños y adolescentes se genera más por acontecimientos que suceden en su vida y que de forma aparente son muy leves.

Problemas en el estudio en el colegio, ser víctima de acoso (bullying) pueden ser unos detonantes de este fenómeno. 

Además, se está dando el debut de un trastorno psiquiátrico como es la depresión y no es tan fácil identificar los síntomas.

¿Cuándo acudir a un especialista? 

Siempre que se vea el más mínimo signo de alarma. Puede ser un psicólogo, un psicorientador o un psiquiatra. Ellos tomarán la decisión de remitir a la persona para que se hagan un examen físico, preguntas de salud mental que nos ayudarán a dictaminar si hay síntomas de depresión, incluso pensamientos suicidas.

¿Cómo prevenir el suicidio?

Las personas cercanas terminan siendo protagonistas en la prevención de este tipo de eventos depresivos, porque no siempre una enfermedad depresiva lleva al suicidio. Puede haber una adaptación que genere cambios afectivos y, por ende, los puede llevar a que la persona se quite la vida.

Nosotros al observar los diferentes cambios que la persona puede llegar a tener, podemos determinar o buscar la ayuda, el acompañamiento de esta persona que es lo primordial para evitar el suicidio. 

Cuatro mitos

Fuente: Organización Panamericana de La Salud (OPS)

Mito 1 | El suicida está decidido a morir 

FALSO. Por el contrario, los suicidas suelen ser ambivalentes acerca de la vida o de la muerte, alguien puede actuar de forma impulsiva al beber plaguicidas, por ejemplo, y morir unos pocos días después, aunque hubiera preferido seguir viviendo.

Mito 2 | Hablar del suicidio es una mala idea y puede interpretarse como estímulo 

FALSO. Dado el estigma generalizado alrededor del suicidio, la mayoría de las personas que contemplan la idea no saben con quién hablar. En lugar de fomentar el pensamiento suicida, hablar abiertamente puede dar a una persona otras opciones o tiempo para reflexionar esta situación, logrando prevenirlo.

Mito 3 | Solo las personas con trastornos  mentales son suicidas

FALSO. El comportamiento suicida indica una infelicidad profunda, pero no un trastorno mental. Muchas personas que no tienen trastornos mentales no son afectadas por el comportamiento suicida y no todas las personas que se quitan la vida tienen un trastorno mental. 

Mito 4 | La mayoría de suicidios suceden de forma repentina

FALSO. La mayoría de los suicidios han sido precedidos de signos de advertencia verbal o conductual. Desde luego, algunos suicidios se cometen sin advertencia previa. Pero es importante conocer los signos de advertencia y tenerlos presentes. 

Tres pasos para prevenir el suicidio

Detectar: Descubrir si la persona tiene un malestar emocional permanente.

Disuadir: Encaminar a la persona a reconocer alternativas que le permitan acudir a un profesional de la salud y activar las alarmas en todas las redes de apoyo.

Referir: Buscar a una persona experta para que esta pueda brindar acompañamiento a la persona afectada durante todo el camino a la sanación. 

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