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Embarazada de su hermano gemelo
La patología se conoce como ‘fetus in fetu’, un caso que ocurre cada millón de nacimientos.
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Orlando Carvajal - Periodista La Opinión
Orlando Carvajal
Sábado, 30 de Marzo de 2019

Graciela Ramos (*) llegó al Hospital Universitario Erasmo Meoz el 19 de marzo, remitida por un centro de salud de la provincia de Ocaña con un embarazo de 34 semanas y un diagnóstico de preeclampsia.

“Yo fui a control porque no sentía al bebé y tenía la tensión muy alta. Me mandaron en una ambulancia para Cúcuta, y cuando entré al Hospital Erasmo por urgencias, me revisaron, me hicieron una ecografía y el médico vio algo raro en el bebé. Entonces me enviaron donde el doctor Samuel Bautista (Perinatólogo del Hospital) quien me hizo otro examen”, relata Graciela.

El nuevo examen fue una ecografía doppler, que le permitió al especialista descubrir “algo extraño” dentro del bebé, que podría ser un quiste.

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“La mamá llegó con una cifra tensional elevada con diagnóstico de preeclampsia, y cuando procedimos a estudios de su embarazo descubrimos en la bebé una lesión a nivel intraabdominal que debía tener más revisión una vez naciera”, explicó Bautista.

En el Hospital se procedió a practicarle una cesárea a Graciela. Cuando nació Angelita, entró a la Unidad de Cuidados Intensivos de Neonatos, antes de realizarle una nueva ecografía para continuar averiguando qué tenía en su cuerpo.

El cuerpo extraño tuvo más evidencias y la decisión científico-médica fue intervenir a la pequeña para extraerlo, decisión que autorizó su mamá; con cuatro días de nacida, Angelita regresó al quirófano.

El cirujano pediátrico Santiago Rodríguez García, el anestesiólogo Raúl Contreras, dos instrumentadoras y dos auxiliares de enfermería, integraron el equipo que por primera vez en Cúcuta participó en la extracción de un feto dentro de un bebé.

La patología se conoce como ‘fetus in fetu’, un caso que ocurre cada millón de nacimientos y que surge en un embarazo gemelar, cuando uno de los embriones queda atrapado en el cuerpo del otro que sigue desarrollándose normalmente.

Coloquialmente se dice en estos casos, que el bebé desarrollado queda embarazado de su hermano.

La intervención

“Fue una cirugía de alta complejidad que duró cerca de dos horas y media; se hizo porque el Hospital tiene el equipo tecnológico para realizarla. Primero se planificó una cirugía mínimamente invasiva (por laparoscopia), a través de la cual se confirmó la lesión dentro de la cavidad abdominal”, explicó el cirujano Santiago Rodríguez.

Agregó que en esta primera fase se drenó el líquido en el que se encontraba el cuerpo extraño. En total se sacaron 100 centímetros cúbicos de lo que podría ser líquido amniótico.

Posteriormente, por corte sobre el ombligo, se entró a la cavidad abdominal encontrando que la masa estaba pegada a parte del páncreas, el duodeno, el colon transversal, el hilio esplénico, la aorta abdominal, mesentérica y superior.

La disección se logró totalmente y el resultado extraído se remitió a patología del Hospital, donde los médicos patólogos analizaron su contenido.

“En las primeras pruebas se detectó que tenía lo que podía ser un riñón y signos de huesos, lo que nos llevó a pensar que sí era un caso de ‘fetus in fetu’”, advirtió el cirujano Rodríguez.

Mientras Angelita se recupera en la UCI neonatal, respira sola y reclama alimentos, el doctor Rodríguez asegura que se pudo operar con prontitud gracias a los exámenes que se le practicaron. Estos casos pueden no ser tan raros, solo que no son fáciles de diagnosticar, dijo el profesional.

“Ella hubiera podido crecer con la masa adentro, hasta llegar a un momento en que le impidiera llevar una vida normal; entonces le hubieran realizado exámenes y una cirugía para extraérsela. Lo bueno es que lo hicimos a tiempo y ella no tendrá complicaciones, crecerá sin esta lesión”, concluyó el especialista.

Un gemelo “parásito”

El mismo caso de ‘Fetus in fetu’ que se atendió esta semana en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, ocurrió a mitad de mes en Barranquilla, donde médicos especialistas debieron realizar una cirugía similar a una cesárea a una bebé recién nacida que tenía en su panza a su gemelo. La anomalía se presenta en uno de cada un millón de embarazos, pero esta fue la primera vez que se identificó antes del parto.

Durante su séptimo mes de embarazo, Mónica Vega se realizó una ecografía de rutina en la que se detectó que dentro del feto que se estaba gestando en su vientre había otro feto, más pequeño pero con cordón umbilical y líquido amniótico.

La anomalía conocida se produce cuando las células no se separan en el momento indicado. Los gemelos dividen sus células en la primera semana de gestación y a partir de allí comienzan a formarse. Si ese proceso se da en la segunda semana se producen siameses y si es después del día 17 se llega al “fetus in fetu”.

En el caso de Barranquila, a las 24 horas de haber nacido debieron practicarle a la bebé llamada Itzamara una cirugía similar a una cesárea para extraerle la masa que se había formado en su interior. El cirujano fetal Miguel Parra, que atendió el caso, contó que el feto “carece de corazón y cerebro pero sí tiene sus cuatro extremidades y huesos”.

*Nombre cambiado para preservar la identidad de la mamá de la niña.

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