La Organización Panamericana de la Salud (OPS) estableció criterios para definir los niveles de azúcar, sal y grasas en los alimentos y bebidas procesadas.
En la actualidad, los patrones alimentarios en América son poco saludables y contribuyen a la creciente epidemia de enfermedades crónicas como la diabetes o el cáncer.
El director adjunto de la OPS, Francisco Barrera, explicó los beneficios de los nuevos criterios.
"Facilitan a los consumidores orientarse hacia las dietas tradicionales basadas en alimentos frescos o mínimamente procesados”, dijo.
Los nuevos criterios se aplicarán a los alimentos procesados y ultra-procesados, incluyendo desde verduras en vinagre, carnes frías, hasta papas fritas, helados, yogures saborizados, cereal y barras de cereales.
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