En el mundo, cada 40 segundos una persona se suicida a raíz de una conducta generada por algún tipo de enfermedad mental, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Colombia, el panorama también es oscuro. En promedio, siete personas acaban con su vida cada día. De allí se genera la duda de saber si estamos en la era de los trastornos mentales.
Los factores desencadenantes para estos, son la genética, estructura de la personalidad, historia de vida, traumas psicológicos, sociales y económicos, teniendo en cuenta que una terapia de internación llega a costar hasta 6 millones de pesos mensuales en un centro de salud de Norte de Santander.
Normalmente, el 50% de las enfermedades mentales se desarrollan antes de los 14 años y se podrían manifestar con mayor frecuencia entre los 15 y 30 años, ya que son épocas de la vida con fenómenos estresores y cambios hormonales, como lo señala el psicólogo José del Carmen Villamizar, magister en conducta, especialista en familia y psicología jurídica.
“Los papás no se dan cuenta porque piensan que son pataletas y lo que hacen es castigar a los niños. Grave error, pues se debe acudir con un psicólogo para que se le haga una valoración a tiempo”, relató.
Asimismo, niega que se trate de la era de las enfermedades mentales, pues asegura que siempre han estado presentes con el ser humano, pero resalta que sí hay nuevos trastornos que se están descubriendo, son extraños y se generan por el entorno del individuo.
Algunos de ellos son la nomofobia, que es el miedo irracional por estar lejos de los celulares, y el efecto google, que afecta la capacidad de memoria porque el cerebro se acostumbra a la idea de que cualquier información la encuentran en el ciberespacio.
“Aunque las herramientas tecnológicas no inciden en los trastornos mentales, sí lo hace el mal uso que se les dé”, dijo.
Uno de los principales problemas ante estas situaciones, es la falta de atención especializada, debido a que se insiste en la negación del padecimiento y en otros casos se confunden los síntomas con los conocidos popularmente como ‘berrinches’.
El hospital Rudesindo Soto es el único centro de salud mental público en Cúcuta. Además atiende a la población de Norte de Santander.
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Luces de alarma
El doctor Vladimir Jacob Gómez, psiquiatra del Hospital Mental Rudesindo Soto de Cúcuta, destaca la importancia de diferenciar los problemas mentales con las enfermedades.
“En el primer caso son los que tenemos todas las personas en algún momento de la vida por los problemas cotidianos que pueden ocurrir pero no se interrumpe la funcionalidad. En cambio, los trastornos desencadenan la pérdida total de la funcionalidad”, enfatizó.
Además, aclaró que es primordial entender que si un ser querido, amigo o conocido, está presentando síntomas como: tristeza profunda, desgano de comer, bañarse, levantarse de la cama, alucinaciones, cambios repentinos de genio o episodios de irritabilidad, se debe solicitar una cita al médico para que se determine si debe ser remitido a un psicólogo o psiquiatra.
Por ninguna razón hay que estigmatizar a la persona señalándola de ser floja, querer llamar la atención o estar en un capricho porque se trata de una posible patología seria que necesita ser atendida, agregó.
Las más comunes
Los trastornos mentales por consumo de sustancias psicoactivas, afectivos bipolares (en promedio 200 personas se atienden por mes), psicóticos de tipo esquizofrénicos (12), depresivo (100) y ansiedad (100), son las enfermedades más recurrentes por las que consultan las personas en el Rudesindo Soto, como lo afirma Martha Ludy Morales Rey, subgerente de servicios de salud.
“Estamos ingresando 30 pacientes a hospitalización semanalmente por consumo de sustancias psicoactivas. El 90% son hombres y el 10% mujeres. Este trastorno sigue siendo el más común en la ciudad”, finalizó.
Mitos
En Colombia, solo el 37.5% de las personas que padecen enfermedades mentales, busca ayuda; en la mayoría de los casos no se hace por miedo a los prejuicios, como lo asevera un artículo investigativo de Intellecta, revista científica de la Universidad del Norte.
Por eso, la salud mental debe ser tomada como cualquier otra afección que requiere un tratamiento médico, sin juzgar o encasillar a la persona que a voluntad decide solicitarlo. Estos son algunos mitos que se suelen escuchar en la sociedad y que son descritos como prejuicios por el psicólogo José Villamizar:
1. Las personas con enfermedades mentales nunca van a curarse.
2. La terapia es una pérdida de tiempo.
3. Un niño nunca necesita ayuda en salud mental, ellos son muy saludables.
4. Son personas inútiles.
5. Estas personas no pueden volver a trabajar.
6. Ya no pueden seguir su relación amorosa.
7. Solo quieren llamar la atención.
Por: Paola Ríos Reyes
paola.rios@laopinion.com.co
