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¿Qué le sucede a la piel cuando estamos todo el día frente a una pantalla?
En el confinamiento por la pandemia, las personas han permanecido más tiempo ante computadores, televisores y celulares.
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Jueves, 3 de Septiembre de 2020

El confinamiento provocado por la pandemia de coronavirus ha hecho que las personas estén expuestas a sus pantallas durante largas jornadas. Reuniones de trabajo a través del computador o el celular, videollamadas con los seres queridos, televisores prendidos todo el día y lámparas encendidas son ejemplos de la cotidianidad actual. 

Este panorama incrementa la probabilidad de que la piel sufra por los efectos de las luces artificiales como la infrarroja, la invisible y la azul. La luz azul es una de las que más despierta interés, porque es a la que más se encuentran expuestas los adultos durante el día, debido al uso frecuente de pantallas de computador y celular. 

La manera como la luz azul afecta la piel es muy similar a como lo hacen los rayos UV: penetran profundamente, lo que causa efectos en la dermis e, incluso, en el ADN, debido a la formación de radicales libres.  

Según estudios de investigaciones demartológicas, la luz azul podría causar hiperpigmentación en pieles oscuras, lo que afecta su color y aspecto. Además, incrementa la posibilidad de aparición temprana de signos de envejecimiento, promueve la aparición de arrugas y la pérdida de firmeza. 

“En tiempos de confinamiento, proteger la salud de la piel es una necesidad prioritaria. Debemos utilizar todas las herramientas a nuestro alcance para no exponer nuestra dermis a estas luces que pueden ser contraproducentes en el largo plazo”,  explicó Lina Joya, responsable de mercadeo para la línea de cuidado personal de BASF.  

Afirmó que “es clave reconocer a qué tipo de luz y rayos estamos expuestos diariamente e identificar los efectos que estos pueden tener en nuestra piel y salud para tomar las medidas proactivas”. 

Joya agregó que a medida que los consumidores han comenzado a entender la importancia de la protección para prevenir arrugas como complemento de su rutina de belleza, la protección contra las diferentes fuentes de luz ha ganado más relevancia en la industria cosmética. 

Productos de BASF como el Arganyl®, el Ciste’M® y el DN-Age® son algunas de las soluciones químicas para evitar los efectos nocivos de la luz azul, acelerar la renovación celular en hasta un 17% y reducir la profundidad de las arrugas en un 9 %. 

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