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Su corazón también envejece, cuídelo

Sumado al ejercicio es muy importante la reducción del consumo de alimentos con grasas saturadas.

A raíz de la muerte del exjugador del América, Roberto Cabañas a los 55 años por un paro cardiorrespiratorio el lunes pasado, se han encendido las alarmas  por la muerte de deportistas y otras personas,  a edades tempranas, relacionadas con  problemas del corazón.

El futbolista ecuatoriano Christian ‘Chucho’ Benítez,  el español Antonio Puerta y el camerunés Marc Vivien Foe, quien perdió la vida en un encuentro frente a la Selección Colombia, son algunos de los más recordados deportistas que han muerto  por problemas cardiacos.

La razón principal de las muertes tempranas según los especialistas es el componente genético, ya que en muchos casos hay deportistas y otra clase de individuos que acostumbran a tener una rutina sana de ejercicios, sin embargo, si  sus padres  han sufrido infartos a edades tempranas, estos son  más propensos a tener complicaciones del mismo tipo. Estos pacientes tienen una predisposición  a tener un evento cardíaco cuando están bajo un estrés emocional y físico muy alto.  

“Lo que sucede con estos individuos que mueren realizando actividad física, son arritmias que provocan desórdenes arritmogénicos, lo que desencadena en una muerte por   paro cardiaco”, explica el deportólogo Héctor Fabio Cruz, quien fue por varios años el médico de la Selección Colombia y del América.

En el caso de las personas que han sido deportistas y  son mayores de 35 años, su muerte se produce, en la mayoría de los casos, por el taponamiento de las arterias. El colesterol elevado, la diabetes, el tabaquismo y la hipertensión alta son factores que aumentan el riesgo de producir un infarto sin importar si se ha realizado o no actividad física tiempo atrás.

Alberto Negrete, jefe del servicio de arritmias del Centro Médico Imbanaco, manifiesta  que el estrés origina descargas de adrenalina que producen vasoconstricción, es decir, la disminución del calibre de un vaso por contracción de las fibras musculares, lo que  hace que se enfermen   poco a poco las arterias coronarias. Esto pude desencadenar en un infarto agudo.  

La recomendación de los expertos es que después de los 35 años el corazón no sea forzado a niveles muy altos. “A todos se nos va envejeciendo  el corazón. Es ilógico pensar que un corazón, por más deportista que la persona haya sido, si se esfuerza posterior a los 35 años, este responda igual que cuando joven”, concluye el doctor Héctor Fabio Cruz.

Recomendaciones para los jóvenes

En el  año nuevo uno de los propósitos más comunes es ir al gimnasio.  Los especialistas coinciden al manifestar que una persona joven debe realizarse un chequeo médico antes de ingresar al centro de acondicionamiento, debido a que es necesario saber cuál es el estado de su corazón, ya que el estar joven no significa que este no pueda tener problemas.

“Es importante  antes de comenzar un plan de entrenamiento tener el concepto médico de un  deportólogo para evaluar el estado real del corazón. Una vez se  haya hecho esto es necesario   plantear los objetivos que se quieren y  aclarar los riegos  cardiovasculares”, explica Héctor Fabio Cruz, médico deportólogo y especialista en medicina deportiva.

Se recomienda la ingesta de alimentos como espinacas, zanahorias, duraznos o fresas, debido a que tienen mayor contenido de micronutrientes. También es importante disminuir el consumo de licor ya que contiene  gran número de calorías.

Consejos para mayores de 35

Todos los expertos consideran que las personas mayores de 35 años deben tener más cuidado y control con su corazón. La principal recomendación es realizar ejercicio por lo menos durante 30 minutos diarios. “Con este tiempo de ejercicio se busca que aumente la frecuencia cardiaca por encima de la que se  mantiene normalmente en  estado  en reposo. Esto es bueno para mantener el corazón en un nivel óptimo”, aconseja Gilberto Castillo, vicepresidente de la Sociedad Colombiana de Cardiología.

Sumado al ejercicio es muy importante la reducción del  consumo de alimentos con grasas saturadas como las  carnes rojas, grasas, huevos, leche entera y  postres elaborados con crema, entre otros.

Todos estos ingredientes favorecen la acumulación de colesterol en el interior de las arterias y las taponan generando posibles infartos fulminantes. Dormir mínimo ocho horas diarias y reducir el consumo de sal merma el riesgo cardiovascular.

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Colprensa
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Domingo, 15 de Enero de 2017
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