La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile

Sugieren impuestos, subsidios y etiquetas para comer sano

Estas ideas pueden usarse frente al preocupante aumento de importaciones de alimentos no saludables, según un investigador.

La introducción de impuestos, subsidios domésticos y etiquetas son algunas de las medidas que, junto a una mejor educación, pueden contribuir a una alimentación sana, destacó en Roma el investigador Joseph Glauber.

El experto del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI) explicó en una conferencia que los gobiernos tienen a su disposición instrumentos que pueden usar frente al preocupante aumento de las importaciones de alimentos no saludables.

Según cifras de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada vez se venden más alimentos al extranjero.

Alrededor del 41% de los productos agrícolas que se exportan en el mundo están procesados, un porcentaje que se sitúa en el 26% entre los países menos desarrollados.

Glauber rechazó la posibilidad de imponer más aranceles a los productos ricos en grasas, sales y azúcares, una medida proteccionista que otros países pueden considerar discriminatoria de acuerdo a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

Opinó que sería mejor gravar esos productos con impuestos a nivel nacional que influyan en el consumo sin distinguir entre proveedores domésticos y extranjeros.

Recomendó diseñar los tributos a los alimentos no saludables, de forma que sean altos y tengan un impacto importante en la reducción del consumo, con cuidado de evitar que la población recurra a otros productos sustitutivos igualmente dañinos.

Puso de ejemplo a México, donde en 2014 se impuso una tasa a las bebidas azucaradas que supuso el aumento de su precio en un 9%, la caída de su consumo en un 6% y la recaudación de más de 1.000 millones de dólares ese año.

Se calcula que en ese país el 36% de los adolescentes y 72,5% de los adultos mexicanos tienen sobrepeso u obesidad, y el 9,4% ha sido diagnosticado con diabetes, problemas relacionados con la dieta.

"El impuesto a esas bebidas tuvo un impacto pequeño pero significativo en el consumo, sobre todo en las poblaciones más pobres", dijo Glauber, para quien ese instrumento puede generar ingresos que se destinen a la educación, con más consecuencias a largo plazo, y tener efectos positivos para la salud "dependiendo de los sustitutos disponibles".

El especialista del IFPRI subrayó que en los países pobres las personas tienden a gastar más en alimentos y el incremento de su precio hace que se reduzca más su demanda en comparación con los países de ingresos altos, menos sensibles a esos cambios.

Además, reclamó la combinación de impuestos con otras medidas como el etiquetado de alimentos para mejorar la información a los consumidores; ayudas económicas a los hogares pobres para comprar más frutas y verduras, o el cambio de los menús en los restaurantes a favor de alimentos más sanos, como se ha hecho en algunas zonas de Estados Unidos. 

Image
EFE
Lunes, 20 de Noviembre de 2017
Premium-home
Patrocinado por:
Logo Empresas
Temas del Día