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Uso medicinal de la marihuana: ¿será verdad tanta belleza?
El sistema nervioso central es su principal receptor en el ser humano.
Sábado, 30 de Julio de 2016

En Bogotá se cumplió en días pasados un simposio que organizó el Centro de Estudio de Enfermedades Autoinmunes (Crea) de la Universidad del Rosario y su principal conclusión no es tan alentadora como se esperaba: no hay estudios suficientemente claros y definitivos que sustenten los beneficios medicinales del cannabis. 

A este evento convocado para estudiar y evaluar el uso medicinal de la marihuana asistieron cerca de 200 personas de todos los estamentos, tanto académicos, gubernamentales y no gubernamentales.

Iván Gaona Barbosa, neurólogo de la Fundación Universitaria Ciencias de la Salud, indicó que “en casos de enfermedades como la epilepsia, desde 1843 hay publicaciones donde se señala el uso del extracto de la planta en convulsiones”. 

Sin embargo, de acuerdo con la revisión sistemática realizada por Cochrane, “no hay conclusiones que indiquen que los cannabinoides sean eficaces en el tratamiento de esta enfermedad”, señaló Barbosa, “aunque se espera el resultado de nuevos estudios”.

Por su parte, Nancy Lucía Moreno Serrano, médica psiquiatra, especialista en dolor y cuidado paliativo y profesora de la Universidad del Rosario, afirmó que aún no hay estudios suficientemente claros que expongan los beneficios del cannabis. 

La evidencia científica no es contundente y se requiere de mayor profundización para saber el efecto que puede tener. No obstante, en algunas pruebas realizadas pareciera tener un efecto sobre el alivio del dolor neuropático y también efectos anti-inflamatorios”, anotó Moreno.

El profesor Gerardo Quintana, de la Universidad Nacional, sostuvo en una de sus intervenciones en este foro, que no hay evidencia suficiente que sustente su uso en enfermedades autoinmunes, y habría todavía más preguntas que respuestas, tales como “la dosis óptima y el tiempo de utilización, así como qué tipo de cannabinoide es el más efectivo y con menores efectos adversos”.

La planta tiene alrededor de 100 cannabinoides, siendo el tetrahidrocannabinol el más abundante. El sistema nervioso central es su principal receptor en el ser humano y, por lo tanto, es el responsable de los efectos psicotrópicos.

Consecuencias para la salud

Los expertos estuvieron de acuerdo con que la vía inhalada no es la más óptima para el uso de la planta, por el daño en el sistema respiratorio.

Entre los riesgos que se encuentran por el uso del cannabis se señalaron las alteraciones cognitivas, la falta de memoria, la percepción del tiempo y del espacio, la falta de coordinación, la planeación y organización de tareas, y todo lo que tiene que ver con motivación y temas relacionados con el futuro, son características que se deben tener en cuenta a la hora de usar la planta como medicamento.

María Cristina Barbosa, toxicóloga y profesora de la Universidad del Rosario, explicó la diferencia de productos como los goteros, cremas, ungüentos y aceites esenciales con potenciales usos como medicamento esencial. 

Consideró y recomendó a los médicos asistentes al simposio que antes de formular tuvieran en cuenta la eficacia del medicamento en la patología de sus pacientes, verificar que no hayan tenido problemas de adicción y evitar el uso de la planta en personas que tienen problemas cardiovasculares o enfermedades mentales.

“Aún no existe ningún caso de muerte a causa del uso del cannabis o medicamentos cannabinoides; sus eventos adversos más frecuentes son neurológicos y gastrointestinales, y no hay estudios que evalúen sus efectos adversos a largo plazo”, dijo Barbosa.

Los expertos concluyeron que hace falta tener más estudios que garanticen que la planta pueda ser un medicamento esencial para la mejora de diferentes patologías. A pesar de que puedan existir algunos aspectos promisorios con el uso de la marihuana, es importante saber de qué manera se debe administrar en los pacientes y cuál será la frecuencia con la que se deba consumir.

Los médicos tendrán la tarea de seguir estudiando y analizando la farmacología del medicamento, para saber cómo suministrarlo y quiénes serán los mejores beneficiados.

La primera licencia

Con base en las normas aprobadas y expedidas por el Congreso y el Gobierno Nacional sobre el uso medicinal de la marihuana, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, entregó en días pasados la primera licencia para operar a la firma colombo-canadiense PharmaCielo Colombia Holdings S.A. S., que tiene sede en Rionegro (Antioquia), y quedó autorizada para la transformación de cosechas de cannabis en derivados como extractos, aceites o resinas.

Los productos también podrán ser exportados o ser usados con fines investigativos.

La licencia les permite a los titulares iniciar la adecuación de plantas de producción, la importación de maquinaria y nueva tecnología, la construcción de laboratorios de investigación y dar comienzo a pruebas piloto, con un número limitado de plantas. Los requisitos para el funcionamiento de este tipo de plantas están publicados en la página web del Ministerio de Salud. 

El Ministerio dejó claro en un comunicado que las licencias únicamente permiten la elaboración y fabricación de productos y no son licencias de cultivo. En ese aspecto, la cartera recalcó que será el Consejo Nacional de Estupefacientes la entidad encargada de otorgarlas.

El Ministerio también aclaró que la comercialización de las cosechas solo podrá hacerla un titular de la licencia de producción, esto con el fin de evitar usos no autorizados de la planta

Inversión de US$100 millones

Jon Ruiz, gerente de la firma colombo-canadiense, dijo que el proyecto contempla un cultivo de 600 hectáreas en los próximos años con una inversión total que asciende  a los  100 millones de dólares. Las ganancias podrían alcanzar los 50.000 millones de dólares cuando el cultivo se complete.

Por ahora, la extensión de la finca de la empresa es de 20 hectáreas y antes de ser usada para este fin estaba dedicada a la siembra de flores.

La casa matriz de esta empresa, en Toronto (Canadá), se especializa en el comercio de extractos de aceites cannábicos. El proyecto en Colombia consiste en intervenir las semillas de cannabis, el cultivo y la posterior extracción con un mecanismo que se llama fluido supercrítico, el cual consiste en inyectar gas, que con la presión se licúa y arrastra el aceite.

Su principal objetivo es exportar la mayor cantidad de extractos de aceite hacia Canadá.

En un comunicado, el Ministerio de Salud estima que en el 2017 saldrán a la venta los primeros productos medicinales que demuestren altos estándares de calidad, efectividad, seguridad y que hayan sido aprobados con un registro sanitario.

Según la información disponible, los productos medicinales derivados del cannabis pueden beneficiar a pacientes que sufren enfermedades como epilepsia, cáncer, dolores crónicos, VIH y artritis o esclerosis múltiple, entre otras.

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