Este finlandés demostró que aún hay gente con gran corazón y solidaridad.
Janne, un hombre que padece VIH, quiso saber de primera mano qué percepción tienía la gente sobre las personas infectadas con este virus.
Para eso, tomó un cartel y escribió, "soy VIH positivo, tócame", se paró en medio de un parque y esperó con los brazos abiertos y los ojos cerrados. La reacción de los transeúntes al principio fue de rechazo, pero poco a poco esto fue cambiando.
Al final Janne no pudo contener sus lágrimas al sentir la recepción de la gente. ¿Usted lo tocaría?