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El niño que lucha por el medioambiente

Francisco Vera Manzanares mantiene la agenda ocupada y le da prioridad a sus estudios. Su joven madre lo resguarda mucho más, después de la amenaza que recibió por su cuenta de Twitter.

Francisco Vera Manzanares es un niño de once años, que no alcanza el metro y medio de estatura. No se considera ni de izquierda, ni de derecha, ni de centro. Es un demócrata, “pero no castrochavista como dijo el expresidente Trump”.

Y se ha convertido en un defensor del medioambiente desde que tuvo conciencia de lo que lo rodeaba en Villeta, municipio turístico de Cundinamarca. Francisco llegó allí de dos años. Y empezó a crecer, entre montañas, cascadas, senderos ecológicos,  balnearios, fincas paneleras y animales de corral. También se ha criado entre adultos y tal vez por eso esa madurez para hablar y ese énfasis para decir la cosas.

Ese pequeño empezó a agigantarse cuando fundó el Movimiento Ambiental Guardianes por la Vida, integrado por niños que hacen parte del movimiento ‘Fridays For Future’ en Colombia y de la plataforma de ‘Citizen Climate Lobby’, capítulo Colombia. Y bajo ese paraguas empezó hacer campaña con una alta dosis de fluidez verbal que muchos pensaban que se trataba de un “títere” o una inspiración de la activista ambiental sueca  Greta Thunberg,​ quien se centra en los riesgos planteados por el calentamiento global. 

No. Francisco descarta ser un producto de mercado y dice, en entrevistas a varios medios de comunicación, entre ellos Caracol televisión, que “la naturaleza no tiene color”.

En sus cuentas de redes sociales ha hecho el llamado para actuar pronto porque “nos podemos extinguir” y no entiende cómo el hombre anda en busca de explorar otros planetas cuando la Tierra necesita mucho más cuidados.

Francisco Vera, ese niño que usa lentes gigantes, y que mira a través de esos vidrios el mundo de una manera distinta, sin creerse “anormal” fue amenazado de muerte el 15 de enero desde una cuenta anónima de Twitter tras publicas un video en el que instaba al gobierno a mejorar la conexión a internet de los niños que estudian en línea. Esa noticia despertó controversia en el país. Y el presidente Duque, en una alocución televisada, prometió que serían encontrados “los bandidos” detrás de ese mensaje en Twitter.

El niño no se amilanó y por el contrario siguió lanzando campañas en defensa del medioambiente. Llamó a los jóvenes del país a usar las redes sociales “para generar un cambio social por la causa que ellos amen”.

Vera Manzanares no ha pasado inadvertido. Incluso muchos lo recuerdan porque hace dos años, invitó a seis compañero de clases y marcharon a un parque de Villeta portando carteles y gritando lemas en defensa del medio ambiente, bajo la protección de su abuela.

Sin embargo, su madre Ana María Manzanares, está más cautelosa y se ha convertido en toda una mánager con su pequeño, que es único hijo. 

Ella recibe las llamadas y no acepta audios en su WhatsApp. A pocos periodista, antes de la amenaza, les concedió entrevistas y advierte “se trata de un niño que apenas cumplió once años. Estoy acompañándolo en sus clases virtuales y orientándolo en las tareas”.

También el ‘gigante’ niño que acostumbra los domingos hacer contenidos pedagógicos en materia ambiental para las personas que les interese el tema y en los que se conectan alrededor de mil personas en todo el mundo, fue saboteado  en el último video.

“Como ya muchos saben, todos los domingos hago un espacio de pedagogía ambiental, y especialmente en este video que hice lamentablemente se conectaron 20 personas adultas a sabotear el espacio. Uno, como niño, piensa que los adultos son serios, son respetuosos, pero pues no fue así”, dijo con indignación  y agregó  que a las personas que intentaron sabotearle su espacio “les debería dar pena y vergüenza que además de faltarles el respeto a las personas que sí querían escuchar el espacio, demuestran la poca educación que tienen y muchas gracias a las personas que sí respetan el espacio y tienen en cuenta que una sociedad se construye desde el respeto y la diferencia”.

Embajador de Buena Voluntad

Francisco Vera Manzanares fue designado como Embajador de Buena Voluntad por la Unión Europea.

El anuncio lo hizo la embajadora de la Delegación Unión Europea en Colombia, Patricia Llombart, el 23 de febrero, tras una visita al menor de edad. “Conocer a Francisco es un privilegio y una alegría. Hemos seguido de cerca sus iniciativas que dan esperanza en un momento como este, donde podemos repensar y reconstruir un crecimiento sostenible, centrado en el uso de tecnologías verdes y en el respeto por la naturaleza con el compromiso de no dejar a nadie atrás. Es muy importante que pueda continuar su labor y garantizar su seguridad. Ahora, Francisco es uno de nuestros embajadores de Buena Voluntad”.

Lombart explicó, en ese momento, que los Embajadores de Buena Voluntad de la Unión Europea son personas con liderazgo y reconocimiento público por su labor, con voluntad y determinación de utilizar su imagen, posicionamiento y redes sociales para promover la igualdad de género y los derechos humanos y ambientales. Son personas que tienen la capacidad de llegar a diversos públicos con mensajes contundentes.

Tras el anuncio, el niño Vera sostuvo que “me siento muy honrado con esta designación. Ahora soy un Embajador de Buena Voluntad de la Unión Europea, con lo que espero potenciar mis esfuerzos y los de otros niños y niñas comprometidos con la protección del medio ambiente en Colombia y en el mundo”.

Día de la Tierra

Francisco Vera tuvo una agitada agenda durante toda la semana. Acompañado de su joven madre Ana María Manzanares participó  en las actividades que fue invitado.

Sin especificar los actos, ni  el lugar, por seguridad,  su madre se limitó a decir, vía teléfono, que no tenía espacio para conceder entrevistas porque  la semana estuvo asistiendo a celebraciones del Día de la Tierra y Día del Niño. Además no podía descuidar las clases virtuales.

“Recuerde que es un niño de once años”, reiteró Ana María cuando atendió la llamada.

Y aunque él en la entrevista que concedió a Caracol  se preguntaba “primero hay que saber qué es anormal. Entonces todos anormales”.

Y es que Francisco Vera rompe los parámetros de un niño cualquiera, no solo por lo que hace sino por lo que dice. 

Su discurso, su reflexión, cautivan. Quién creería que en vez de estar jugando con videojuegos o al fútbol o con imágenes de figura de acción, está empecinado en defender, a toda costa, el medio ambiente.
 

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Celmira Figueroa
Celmira Figueroa
Martes, 27 de Abril de 2021
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