Los árboles ondean y la fresca brisa amaña al turista en el Hogar Juvenil Campesino de La Garita, en el municipio de Los Patios. Allí se puede conocer una gran variedad de fauna y flora; uno de sus atractivos especiales son las aves.

Al ingresar al área donde están, un curioso mensaje da la bienvenida: ‘Aquí canta el gallo pero manda la gallina’, las cuales son cuidadas por un grupo de jóvenes que reciben formación agrícola en la granja y mantienen una meticulosa clasificación de las razas que han llegado a la región y se crían en las casas de las zonas urbanas y rurales de Norte de Santander.

Los visitantes aprecian desde las más pequeñas, las delicadas ‘Kikas de pelo’; hasta las más elegantes, de porte y tamaño superior como las ‘Brahmas’. Aunque el crecimiento de esta especie no es el más rápido, la raza es apetecida por los ganaderos que gustan de gallinas robustas.

En esta familia de aves que habita en La Garita, hay una particular que se caracteriza por sus variados nombres: gallina pintada, gris, de guinea o gallineta, que es el más popular. La especie es uno de los animales predilectos en las granjas del mundo por su apariencia.

Junto con ellas está la gallina criolla, la que alegra los hogares, pone huevos y da gusto a un suculento plato de sancocho en épocas especiales del año.

Recorrer el Hogar Juvenil Campesino significa apreciar la riqueza de especies que hay en la naturaleza, de diferentes colores y tamaños; pero todas en conjunto formando parte del sistema natural, el mismo que debe mantenerse en equilibrio para preservar la vida en la Tierra.