Unas 500 personas, la mitad de las cuales pertenecientes a la comunidad china de Tanzania, se manifestaron este fin de semana en Dar es Salaam para pedir la protección de los elefantes, víctimas de la caza furtiva. 

Los participantes recorrieron cinco kilómetros por las calles de la capital económica de Tanzania con motivo de la “Marcha por los elefantes”, en la que participó el embajador chino, Lu Youqing. 

China está considerado el principal foco de demanda mundial de marfil, lo que fomenta el mercado de contrabando de este material, fruto de la caza furtiva y responsable de la muerte de cerca de 30.000 elefantes africanos cada año. 

A finales de diciembre, China anunció que prohibiría cualquier tipo de comercio o de transformación del marfil antes de que termine 2017.

Una decisión bien acogida por uno de los participantes de la marcha del sábado, un empresario chino que pidió ser identificado por su nombre de pila, Lee: “Por todas partes, la policía y los funcionarios de inmigración te tratan con desconfianza, como si intentaras esconder o transportar marfil”, lamentó. 

Tanzania cuenta con una importante población de elefantes y es uno de los países más afectados por este problema. 

Un recuento reciente anotaba que la población de paquidermos había disminuido un 60% entre 2009 y 2014.

Por su parte, el secretario permanente del ministerio tanzano de Recursos Naturales y Turismo, el general Gaudence Milanzi, recordó el peso económico que suponen los elefantes para el país, pues la industria turística es el principal sector económico de Tanzania. 

“Los elefantes están a la cabeza de las expectativas de los turistas que visitan nuestro país. Los elefantes constituyen un activo importante para nuestro país y el gobierno está determinado a poner fin a la caza furtiva”, declaró Milanzi.