Dasan e Illika, una pareja de cóndores andinos, fueron transportados del interior del país en helicóptero hasta Santander. Salieron de dos enormes guacales de plástico, se posaron en una roca con las alas extendidas y volaron.
Los ejemplares surcaron el cielo y se dirigieron al páramo Almorzadero, en el municipio Cerrito (Santander) y en límites con Chitagá (Norte de Santander).
El biólogo y director de la Fundación Neotropical, Francisco Ciri, dijo que los animales fueron encontrados agonizando en un sector del Cerrito y los recibieron de parte de Corporación Autónoma Regional de Santander.
El macho y la hembra fueron llevaron al Zoológico Jaime Duque, en la sabana de Bogotá, en donde especialistas de las fundaciones Cóndor Andino de Ecuador y The Peregrine Fund, los atendieron durante un mes. Fueron desintoxicados por la ingesta de carroña envenenada.
El apoyo internacional sirvió para conseguir dos transmisores satelitales en calidad de préstamo, los cuales fueron puestos en las alas.
“Vamos a tener registros de sus actividades por monitoreo satelital y telemetría”, dijo.
El biólogo Ciri afirmó que es la primera vez que se aplica este tipo de tecnología en Colombia y permitirá tener información sobre la ecología, parámetros ambientales, donde duermen y de los desplazamientos que hacen.
Las dos aves son un macho joven de cinco años y la hembra está por encima de los 15 años, lo que hace presumir que no son pareja.
La Fundación Neotropical tiene como coordinador científico a Fausto Sáenz y junto con él está el estudiante de biología de la Universidad de Pamplona, Luis Alberto Peña, encargado de investigar cóndores de la región de Pamplona y de Cáchira.
Sobre la población Ciri dijo que en 2014 encontraron una población de cóndor andino nativo en Almorzadero.
El científico cree que estos animales al hacer largos vuelos se comunican con las especies existentes en Santurbán, Guicán, Chita, Cocuy, Tamá y Pamplona.
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En la provincia de García Rovira hay 18 ejemplares. En el país desde 1989, se han introducidos 72 cóndores donados por la Sociedad Zoología de San Diego California (Estados Unidos).
De acuerdo con Ciri, en Colombia hay alrededor de 150 cóndores.
Para la conservación es fundamental el papel de los campesinos. Por ello Ciri recomienda tener los animales de corral en sitios seguros y no abandonar a vacas y ovejas en potreros.
“Al disminuir las fuentes de alimento los cóndores hacen recorridos más largos y entran en conflicto con los humanos”.
