El evento, que celebraba la entrega de los trabajos del Ecoparque Solar Refinería de Cartagena, se vio interrumpido cuando la guacharaca decidió “atrincherarse” dentro de la carpa donde se llevaría a cabo la ceremonia.

El ave, ubicada estratégicamente sobre el atril presidencial, comenzó a realizar sus necesidades justo encima de la silla destinada para el presidente, desatando una rápida respuesta por parte de la logística del evento.

Ante las huellas dejadas por la guacharaca en la silla presidencial y el mantel blanco, se desplegó un equipo de limpieza que cambió los manteles y cubrió la zona con otra tela para evitar futuros ataques del ave.

Mientras tanto, se intentó sin éxito sacar a la guacharaca del lugar, lo que generó un ambiente de tensión entre la seguridad del presidente y los organizadores.

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El retraso habitual del presidente Petro en sus eventos resultó ser beneficioso en esta ocasión, ya que evitó estar presente durante el incidente con la guacharaca.

El evento continuó con la presencia del ave en lo alto, siendo testigo silencioso del discurso presidencial sobre temas como el racionamiento de agua en Bogotá y las decisiones de la Junta Directiva de Ecopetrol en relación con las energías limpias.

A pesar de la incomodidad momentánea causada por la guacharaca, el evento concluyó exitosamente dos horas después de lo programado, dejando una anécdota peculiar en el territorio presidencial y una lección sobre la imprevisibilidad de la naturaleza en los eventos públicos.

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