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El final de Fidel
La historia juzgará y los hechos que salen a flote son los que marcarán el expediente inexorable del juicio.
Jueves, 1 de Diciembre de 2016

Murió Fidel Castro a los 90 años y ha quedado convertido en un mito en el mundo por cuenta de su revolución: sus férreos seguidores nunca perdieron su esperanza en él y lo aman aun después de su muerte; otros nunca creyeron, o habiendo creído, cayeron en desilusión y se sumaron a los escépticos para llegar a odiarlo.

La verdad fue que la presencia de Castro hace 60 años con su revolución, generó muchas expectativas favorables a su personalidad, pues había derrocado a un dictador que pretendía aferrarse al poder, y además su joven y robusta figura despertaba admiración, pues a ese atributo físico unía también su capacidad de dialéctica en donde ningún auditorio le quedaba grande, y la habilidad para la improvisación era inagotable, pues podía hablar hasta más de tres horas seguidas sin parar.

Castro resolvió comprar el proyecto comunista, y se aferró a la Unión Soviética, que además le prestaba toda clase de colaboración en los apremios económicos de la Isla y de paso se convirtió en el vehículo para hacer entrar esa ideología en todo el Continente, para lo cual capacitó a toda clase de dirigentes y patrocinó los movimientos guerrilleros afectos al comunismo.

Fue siempre un convencido que su proyecto revolucionario se afianzaría y que podría llegar a convertir a Cuba en un verdadero modelo de desarrollo, asegurando el bienestar para todos sus asociados.

La situación no le funcionó y los vientos comenzaron a tomar la dirección contraria. Castro cazó una pelea irreconciliable con el capitalismo y con los Estados Unidos, y a su vez el proyecto comunista fracasó en la Unión Soviética, perdiendo a su vez esa valiosa ayuda que de allí recibía. Pero él siguió aferrado a su ortodoxia y le apareció posteriormente una tabla de salvación con la llegada al poder de Chávez en Venezuela, que le brindó toda clase de ayudas económicas para paliar su situación, hasta que el chavismo fracasó estruendosamente.

Después de 60 años de revolución, Cuba está en la miseria total; las libertades nunca se restablecieron; la dictadura se prolongó indefinidamente; la sucesión del poder se hizo a dedo dentro de la propia familia, y la conclusión fue que 60 años de sacrificio del pueblo no le sirvió para nada y a su vez en todo ese lapso, tampoco el gobernante fue capaz de producir ninguna rectificación, a pesar de que tuvo todo el tiempo para hacerlo.

La historia juzgará y los hechos que salen a flote son los que marcarán el expediente inexorable del juicio.

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