La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Columnistas
Los tristes 90-60
Castro toma el poder por la fuerza, prometiendo un cambio radical para deshacerse de una dictadura.
Jueves, 18 de Agosto de 2016

Por estos días se conmemoran los 90 años de vida de Fidel Castro y los 60 de haber asumido la comandancia de las Fuerzas Armadas, preámbulo para instalarse definitivamente en el poder.

Todo un hito, toda una larga historia y todo un balance deplorable traducido en la ineficacia absoluta de los largos sucesos que cumplen seis largas décadas.

Castro toma el poder por la fuerza, prometiendo un cambio radical para deshacerse de una dictadura, y desde ahí comenzó su craso y garrafal error, imponiendo un gobierno envilecido por el deseo de perpetuarse en él hasta la muerte, con todos los tientes de una dictadura, peor que la que había erradicado: eliminó la propiedad privada, acabó con los derechos individuales, negó las libertades a los ciudadanos, estatizó la prensa, prohibió la salida del país de cualquier ciudadano y estableció un régimen de partido único: el suyo. 

Se embelesó con los vientos del comunismo y adoptó el modelo con visos aun mas marcados que los de la órbita soviética y creyó posible extender su modelo en América Latina alimentando revoluciones parecidas a la suya.

Ese cambio que prometió, esa reivindicación que juró y ese mejor nivel de vida que inculcó, no fue más que una fracaso, comprobable a los ojos de cualquier desprevenido observador que visite la Isla, en donde puede evidenciar desde el primer instante un país en ruina, una población llena de elementales necesidades y un pueblo carente de cualquier libertad elemental al estilote los gobiernos mas oprobiosos.

Sonará exagerado para algunos, pero quienes hemos tenido la oportunidad de dialogar con las gentes del común en Cuba, no hemos podido ver otra cosa que la desesperación de su condición vergonzante, todos deseosos de poder salir algún día de esa, su patria, que les niega todo.

Hoy, después de sesenta años, el dictador no puede seguir gobernando por su decrepitud física: ha puesto a su hermano y además las noticias de prensa nos dicen que mientras tanto ostenta una de las fortunas mas grandes del Continente.

Y lo peor de todo es que ha convencido a otros dirigentes en otros países, para imponer su fracasado sistema. Ahí están Venezuela primero con Chávez y ahora con Maduro que han logrado la ruina total del país; Argentina que comenzó con Kirchner y después con su señora reelegida y casi con su hijo después, en donde afortunadamente se acaba de rectificar el rumbo; y Nicaragua, en donde por estos días han anunciado otra reelección del presidente Ortega con fórmula presidencial de su esposa.

Temas del Día