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Ojo con los resentimientos
Son los sentimientos que se ven afectados negativamente a consecuencia de comportamientos de otros.
Jueves, 24 de Septiembre de 2015

Los resentimientos son como culebras venenosas listas a descargar su veneno contra el otro, y  peor aún puesto que quienes lo cargamos somos  humanos con algo de inteligencia, entonces nos inventamos  lanzarlo de muchas maneras,  no solo hacia el otro sino con chanfle hacia uno mismo, ya que ellos dan unas curvas impresionantes y cuando usted menos piensa  se le devuelven como un bumerang  y lo friega.  

Definamos resentimientos como los sentimientos que se ven afectados negativamente a consecuencia de comportamientos emitidos por otros, y  que a su juicio le han causado daño,  a los cuales usted responde con  hostilidad o aversión.  

Es una actitud negativa que vive dentro del resentido y lo empuja a ser desagradable, especialmente  con los “responsables de su desgracia”.

Tenemos resentimientos hacia la pareja, el jefe, los padres, los hermanos, los compañeros, los vecinos, los profesores…y lo peor de los resentimientos es guardarlos, esconderlos y no reconocerlos para poder trabajar sobre ellos, superarlos y liberarse de esas cadenas que usted sabe que lo atormentan, pero que sus orgullos estúpidos no le permiten dar el brazo a torcer…y esto lo convierte también en un amargado ciudadano que se llena de frustraciones y vacíos en su vida.

No pretendamos que los demás sean perfectos, porque es imposible, simplemente porque la perfección no existe en este planeta.

Por esa misma razón desde que aterrizamos en la tierra, nos asignan unos padres, todos defectuosos (así sean Médicos, Psicólogos, Sociólogos, Pastores, Curas, Albañiles etc.), y  ellos son los primeros con quienes nos  resentimos desde chiquitos porque la embarran (unos más, unos menos) y no nos dejan hacer lo que nos da la gana, y a medida que vamos creciendo la cosa va empeorando porque en sus creencias está impreso que su principal papel es no dejarnos torcer ni desviar del camino “correcto”, y así descargar sus consciencias y poderle rendir buenas cuentas a Dios y a la sociedad.

Y este modelo se viene repitiendo desde hace miles de años, de manera que todos hemos sido y seguiremos siendo víctimas de él, sobre todo porque no se da orientación adecuada al respecto.  El problema está en uno, no en los demás, y uno no puede esperar a cobrarle las cosas faltándole al respeto por sus errores, o vivir con afanes de venganza, o pretendiendo que el “causante de mi desdicha” haga lo que yo desee  porque es uno quie
n está cargando esas cruces tan pesadas, que seguramente no le permiten construir una buena Auto-Estima, interna y externa, que le sirva para perdonar a los responsables de sus resentimientos, y/o a buscar una buena  ayuda profesional donde pueda botar y superar profundamente rabias, odios, impases, enojos y contrapunteos que tiene con los demás, especialmente con sus familiares y allegados, que no le  permiten desarrollarse adecuadamente en todos las áreas de la vida, ni afrontar asertivamente las diferencias con los demás, para poder entonces sí vivir más liviano por el sendero de la superación, la alegría y la armonía integral, sin meterse mentiras. Y como dice la doctora Morales-Gudmundsson “negarse a perdonar y albergar resentimientos, es como tomarse un veneno y esperar que muera la persona que nos ha ofendido”. 

Qué  bueno sería que usted hiciera una lista de todos los resentimientos que tiene y cómo lo afecta cada uno. Propóngase a perdonar, y perdone, queme con verraquera sus resentimientos y experim
ente en su fuero interno la liberación profunda de todas esas porquerías.  Muchas gracias                           

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