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Señalización
Es el momento oportuno para que el secretario de Tránsito proponga un ambicioso plan de señalización.
Sábado, 14 de Mayo de 2016

La mayor parte de las ciudades con poblaciones superiores a treinta mil (30.000) habitantes, incluyen en sus planes de desarrollo la señalización de vías, aspecto que permite a los conductores tener mejor imagen de la ciudad, orientación y reducción de la accidentalidad.

Cúcuta se acerca al millón de habitantes, motivo por el cual la señalización debe constituirse en una de las banderas de la dependencia responsable de la movilidad, puesto que a la fecha su avance es realmente insignificante. En la pasada administración se contempló la instalación de seiscientas (600) señales verticales y doce mil (12.000) metros cuadrados de señalización horizontal en los cuatro años. Lo anterior significa, que son ese número de avisos que contienen las señales reglamentarias principalmente y la pintura de cebras, flechas, intersecciones, en fin, todo lo que corresponda a la pintura en la vía.

No tengo idea sobre el porcentaje de cumplimiento de dichos indicadores, pero la verdad sea dicha, lo propuesto en cuatro años no permitió señalizar siquiera el quince por ciento (15%) de las necesidades de nuestra ciudad (parte céntrica) y por otra parte, es poco probable que se hubiesen atendido las recomendaciones consignadas en el Manual de Señalización del Ministerio de Transporte, para su debida construcción en cuanto a especificaciones se refiere, pues se evidencia en su gran mayoría prematuro deterioro como consecuencia del vandalismo y presuntamente, factores relacionados con la calidad.

En cuanto a la señalización horizontal o la pintada de señales en la vía, también pudo suceder algo extraño, toda vez que el fenómeno ‘La Niña’, representado por abundantes precipitaciones, finalizó en el 2010 y las eventuales lluvias ocurridas entre 2012 y 2015 desaparecieron en alto porcentaje la pintura aplicada en algunas vías.

Es el momento oportuno para que el secretario de Tránsito proponga un ambicioso plan de señalización y previo a lo anterior, realice un juicioso inventario de todas y cada una de las señales instaladas con su respectiva georreferenciación, que no es cosa diferente a ubicar un elemento con sus respectivas coordenadas geográficas, pudiendo de esta manera planificar el mantenimiento para los próximos veinte años.

Lo anterior, reducirá los justos reclamos que hacen los presuntos infractores cuando argumentan que su vehículo se inmovilizó o se aplicó un comparendo en sitios prohibidos para estacionar, pero es importante anotar que la medida de sancionar no puede divorciarse de la señalización y así las cosas es probable que la misma Policía Nacional responsable de la parte operativa de tránsito, incurra a diario en arbitrariedades.

Con respecto a la pintura que debe aplicarse en las vías, también deberá ser concordante con las especificaciones internacionales; además es hora de innovar respecto a los colores, que bien pueden ser variados, porque es diferente redactar mensajes dentro de una “cebra” que aplicar el buen gusto cumpliendo las normas para advertir tanto al peatón como al conductor.

 

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