Con la propuesta de continuar fortaleciendo la educación oficial en universidades se abre una ventana de esperanza para muchos colombianos. Nuestro país con potencialidad en creatividad, y resiliencia en jóvenes y adultos se ha visto rezagada en el cubrimiento de la educación superior por la necesidad apremiante de conseguir trabajo a temprana edad para contribuir con el sostenimiento de los hogares.
Los datos son infalibles al mostrar con descarnada realidad como cerca de dos millones de personas, cuyas edades oscilan entre los 17 años y los 21 quedan por fuera de las universidades. El Ministerio de Educación Nacional, a estadísticas del año 2021 nos muestra el panorama general con 1.5 millones de jóvenes sin educación superior. Asimismo, establece como desde el año 2016 la educación universitaria está en crisis. Una situación exacerbada esencialmente por la disminución de ingresos, aunado a los precios elevados de las matrículas. Colombia con el Sistema Universitario Estatal –SUE-cuenta con 32 universidades públicas.
En años anteriores se han desarrollado ideas para disminuir la brecha educacional y es así como desde el año 2016 se vincularon 24 instituciones de educación superior dentro del programa “En la noche estudio” impulsada en ese tiempo por la Ministra de Educación Gina Parody en ese momento se estableció el ofrecimiento de 4.500 cupos en 109 programas académicos. Hoy el panorama va mejorando sustancialmente por cuanto el proyecto de ley que garantiza la gratuidad en universidades públicas ha llegado a conciliación de los órganos legislativos y está a punto de ser firmado por el presidente Gustavo Petro.
“Matricula cero” es el proyecto que permitirá acceder a las instituciones de educación superior oficiales y lógico que tendrá unas directrices claras para que se pueda acceder. En 6 meses ya deben estar fijados los parámetros de admisión y por lo tanto en el 2024 se espera que funcione.
El senador líder del proyecto ha sido Alex Flórez quien ha manifestado que la priorización será hacia las poblaciones desprotegidas del país, las más vulnerables, con escasos recursos sustentados en el programa del Sisben IV y de allí se desprende la necesidad de ofrecer en primera instancia a los jóvenes del sector rural. Las primeras poblaciones priorizadas serán: las víctimas del conflicto armado, las mujeres cabeza de hogar, las comunidades étnicas, también jóvenes que hayan estudiado en las instituciones de educación rurales
Es una buena noticia dentro del sinnúmero de las malas a las que estamos acostumbrados, y esperamos que la Secretaria Jurídica de Presidencia dé el visto bueno para que sea firmada y brinde un haz de luz a miles de jóvenes de nuestro país.
