La resentida economía nortesantandereana sufrió en 2014 la suspensión del envío de remesas desde Venezuela hacia Colombia.

La medida, anunciada como temporal por el Gobierno venezolano el 9 de febrero del año anterior, generó una reducción del 76,2% en los ingresos de divisas a la región. Aunque a Norte de Santander llegan remesas de países como Estados Unidos, España y Reino Unido, es claro que la mayor parte salían desde el país vecino.

Según las estadísticas del Banco de la República de Colombia, en 2013 la recepción de remesas en el departamento sumó 338,9 millones de dólares, de los que 223,2 millones provenían de Venezuela.

Mientras que en 2014, por el mismo concepto, ingresaron a la economía regional 88,6 millones de dólares, con 13,1 millones de dólares de origen venezolano.

Aunque muchas familias cucuteñas dejaron de recibir los recursos que les enviaban sus familiares residentes en Venezuela, lo cierto es que la dinámica fronteriza hizo que alrededor de este proceso se generara toda una red de negocio ilegal, que incluía papeles ficticios para demostrar el parentesco entre la persona que enviaba desde Venezuela y la que cobraba en Colombia.

Precisamente, este último recibía una ganancia y regresaba el resto del dinero a la persona que lo había enviado desde Venezuela.

Lo único claro en este panorama es que mientras el Banco Central de Venezuela establece un nuevo mecanismo para evitar la fuga de divisas, un número aún no cuantificado de familias del departamento están dejando de recibir dinero que le giraban legalmente sus familiares.

El presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, (Fenalco), seccional Norte de Santander, Rodolfo Mora Mora, destacó que con estos recursos aumentaba el poder adquisitivo de las familias y con ello se oxigenaba la economía de la ciudad, algo que al final se refleja en la generación de empleo.

El problema, dijo el vocero de los comerciantes, es que al igual que otros temas, el de las remesas se quedó en conversaciones, sin que se vea ningún resultado al respecto.

Entre los puntos que aparentemente discuten el Gobierno de Colombia y Venezuela en diferentes mesas de trabajo desde hace más de un año están: el pago de la deuda de las exportaciones a los empresarios colombianos, el establecimiento de un sistema de pago en moneda local para el intercambio del comercio binacional y ,ahora, el restablecimiento del sistema de remesas.

El problema no es solo para los nortesantandereanos.

Según cifras de la asociación de casas de cambio venezolanas- encargadas de hacer el proceso de envío de remesas- desde el momento en que empezó a regir dicha restricción, se dejaron de atender mensualmente cerca de 175.000 colombianos residentes legales en ese país.

Jorge Andrés Ríos Tangua | jorge.rios@laopinion.com.co