El gobierno de Venezuela no quiere que los colombianos vayan a su país. En el Consulado venezolano en Cúcuta no les dan permiso de ingreso.

La venezolana Elvira Sánchez fue hasta el consulado por tercer día consecutivo para registrarse y poder salir de Colombia.

Con sus maletas, el martes llegó hasta el puente internacional Simón Bolívar, pero debió volver al consulado a tramitar su salida.

“Me dijeron que tenía que registrarme en el consulado para poder ir a mi país, pero cuando llegué acá, no habían dado orden de iniciar este trámite”, relató la mujer.

Al día siguiente volvió maleta en mano. Tras doce horas de espera, no pudo ser registrada. Ayer, se plantó desde las 7 a.m. en la puerta del Consulado a la espera de conseguir un turno. Unas 100 personas siguen en la fila.

“He gastado 50 mil pesos solo en pasajes. Voy para Caracas, y una amiga me dio posada estos dos días”, aseguró Sánchez.

El siguiente en la fila es Yosafat Vanegas, quién debió extender sus vacaciones.

“No había regresado, porque estaba esperando a que bajara la marea. Ayer perdí la fila en el puente, porque no sabía de este nuevo requisito para retornar a mi país”, indicó el hombre oriundo de Valencia.

“Muchos conocidos han pasado por las trochas o por canoas, para evitarse tanto trámite, pero no soy un delincuente como para entrar por la puerta de atrás”, explicó Vanegas.

Solo hasta esta semana el gobierno venezolano incluyó el trámite consular, como requisito para cruzar el puente internacional.

En el Consulado revisan qué tipo de cédula tiene el solicitantes, y sus antecedentes. Solo los nacidos en ese país son registrados. Los residentes no reciben el visto de salida.

Esto ha servido de filtro para que ningún colombiano entre a Venezuela.

El paso fronterizo

La lista de venezolanos inscritos va a parar al puente internacional Simón Bolívar. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) las revisa los listados y da paso solo a los inscritos.

Los venezolanos con pasaporte sellado pasan sin problema la barrera de la GNB, al igual que quienes tienen la tarjeta Mercosur.

Al llegar al puente, los venezolanos de la lista deben esperar hasta el mediodía para que les abran las puertas de su país.

Allí, las colas también son lentas y largas, con maletas regadas por todos lados.

De ordinario, los últimos en llegar se enteran de la nueva medida y deben volver a registrarse a Cúcuta.

“Venimos desde Bogotá. Estábamos en Perú y llegamos cansados y llenos de maletas, y ahora dizque nos toca devolvernos por los registros”, dijo Maribel Navarro. “Los atropellos tocan a los propios venezolanos”.

Ayer, al mediodía, unas 200 personas hacían fila para cruzar a Venezuela.

Los estudiantes y profesores son los únicos que cruzan sin mayores dificultades.