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Política
El gran reto de Santos, hacer algo significativo con poca gobernabilidad
La popularidad del presidente, quien entró en su último año de gobierno, sigue bastante baja.
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Colprensa
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Domingo, 6 de Agosto de 2017

Con una imagen más fresca -un saco azul oscuro y sin corbata-, el presidente Juan Manuel Santos les habló a los colombianos para contarles lo hecho durante los últimos siete años de gobierno, y afirmó que sin mayores pretensiones quiere acabar bien lo que empezó.

De su gestión, indudablemente, la principal ha sido el proceso de paz con las Farc, en la que ha concentrado la mayor parte de sus esfuerzos, y por la que ha delegado grandes temas, lo que para Andrés Felipe Bernal, profesor de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, explica los cambios de gabinete que se han registrado en los últimos años.

El proceso de paz con las Farc lo inició desde 2010 y a doce meses de abandonar la Casa de Nariño está en marcha y sigue firme, pese a las dificultades. Lo que al presidente le queda por hacer, es entonces, asegurar lo alcanzado y avanzar en el proceso de implementación. Sin embargo, para Bernal esta fase parece salirse del resorte del mandatario.

“Como gobierno le queda solo un año, y por un lado, este semestre en términos del legislativo, estarán todos encaminados hacia sus campañas regionales, a fin de mantener o preservar sus curules. Por el otro, lo que corresponde al resto de la implementación le tocará al presidente de turno”, afirma Bernal.

En el Congreso hay varios temas fundamentales en los que debe avanzar el gobierno Santos, tales como la reglamentación de la Jurisdicción Especial para la Paz, que él mismo ha calificado como la columna vertebral del acuerdo, y que aún no ha tenido su primer debate. También debe finiquitarse la aprobación de las Circunscripciones Especiales para la Paz, que están en segundo debate, y, por supuesto, sigue faltando la reforma política y electoral, que acaba de iniciar el trámite en el Congreso por Fast Track.

Algo que también se saldría del resorte del mandatario, y sobre lo cual debe estar pendiente pues se podría acabar con lo hasta ahora logrado, son las decisiones que próximamente tome la Corte Constitucional, en donde están en estudio temas tan importantes como el acto legislativo que crea Jurisdicción Especial para la Paz y la ley de Amnistía, que la misma ONU ha criticado.

Para Iván Garzón, director del Programa de Ciencia Política de la Universidad de la Sabana, la tarea del presidente en el último año “tiene que ser el seguimiento del desarme, la desmovilización y la reincorporación”, materia en la que actualmente se avanza con la extracción de los contenedores de las zonas veredales, y el desmantelamiento de las caletas. Aunque, se escuchan críticas porque aún no estaría muy claro los planes de reincorporación.

Una vez se concreten positivamente dichos aspectos, Santos podrá terminar su gobierno tranquilo en lo que respecta al proceso realizado con las FARC, pues son la base de los otros compromisos adquiridos con el acuerdo, como por ejemplo, el de abrir el camino a la participación política del grupo guerrillero, que el próximo 1 de septiembre lanzaría su partido.

Eso sí, lo que parece que quedará en el tintero en términos de paz es la firma con el ELN, aunque aún no se descarta que los ánimos de las partes y la visita del Papa Francisco influya para lograr el cese el fuego.

La economía

El presidente Santos dijo en su balance que en materia económica se va a ir mejorando. Resaltó que la inflación bajó, que la producción de café subió un 25 %, que la inversión extranjera y las exportaciones aumentaron y que el turismo va en ascenso.

Dijo también que espera que con la reducción de las tasas de interés por parte del Banco de la República, la economía colombiana crezca en un 2 % y que el campo, ya sin el conflicto con las Farc, va a ser un sector líder de crecimiento económico.

Pero las críticas no cesan para el gobierno y la gestión del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, quien seguramente se quedará hasta los últimos días de la administración. El economista Eduardo Sarmiento, director del Centro de Estudios Económicos de la Escuela Colombiana de Ingenieros, afirma que se tiene por costumbre decir que todo va a mejorar cada vez que sale una cifra, pero que no es así.  

Para Sarmiento, Santos se ha equivocado: “Puso de locomotora un sector que no tenía capacidad de arrastrar la economía y dejó atrás la industria y la agricultura, que no han logrado recuperarse. Luego se equivocó el gobierno cuando subió las tasas de interés y finalmente incurre en otro error y es el de una reforma tributaria basada en el IVA, cuando la economía venía abajo. De manera que el balance que se tiene en este momento es una economía de cerca del 1 %”.

Ni la minería ni la infraestructura, asegura, han sido las locomotoras correctas, y señala como un error pensar que el problema se soluciona con que el Banco de la República baje las tasas de interés.

Seguramente, dice Sarmiento, lo que no hizo en estos años el presidente Santos no lo hará en el último año de gobierno, pero lo que se debería hacer, en su criterio, es “cambiar el modelo del Banco de la República, le hemos recomendado una política industrial, intervenir el ritmo de cambio y hacer un manejo de la tasa de cambio, no a través de la tasa de referencia sino simplemente controlando la tasa de interés del crédito y también se le ha señalado un mejor manejo fiscal. No tiene mucho sentido que usted haga el gasto fiscal y lo financie quitándole plata al sector privado”.

Y en materia de desempleo, aunque el presidente Santos afirma que se está cerca de marcar un máximo histórico de 23 millones de personas ocupadas, Sarmiento asegura que la gestión en este aspecto se vino abajo.

“Esa fue una de las realizaciones importantes del gobierno al principio, pero eso se vino para abajo y en este momento ya hemos llegado a tasas de desempleo de dos dígitos. Eso ocurrió en el primer trimestre del año y en los siguientes trimestres es mayor a los del año anterior, de manera que esa tendencia declinante del desempleo no se da y lo que tenemos es un retorno al desempleo de dos dígitos”, afirma.

Ante el panorama, niega que se llegue a cumplir lo que dijo el presidente: “Dentro del esquema actual no hay ninguna posibilidad de que la economía crezca si quiera 2 % este año, va a crecer alrededor de 1,5 % y luego, si no se hace nada, el año entrante se va a seguir ese resultado de estancamiento”. Y en equidad, que es otro de los temas que ha abanderado el mandatario, afirma que Colombia sigue entre los diez países más desiguales del mundo, al tener un Coeficiente de Gini de 0.50.

Mientras tanto, Iván Garzón señala que durante estos años el gobierno ha sentado un mal precedente frente al manejo de la protesta social. “Buena parte de estas se acallaron con promesas de más subsidios y de ayudas a determinados sectores y se promovió cierta lógica -perversa a mi juicio-, de que a más presión más subsidios se pueden obtener”, dice.

Educación

En educación, Garzón considera que se realizó una gestión importante en la primera parte del gobierno, pero que con el tiempo el tema se ha opacado. Y para este último año, considera, el mandatario debería mejorar su relación con algunos sectores, como el de los maestros y las universidades públicas. Esto, en parte, por la política estrella del gobierno Santos denominada ‘Ser Pilo Paga’.

Mientras tanto, Andrés Felipe Bernal considera que los resultados de la gestión de Santos parecen ambivalentes, por ejemplo, con dicho programa, que fue criticado porque los recursos se van a las universidades privadas.

Aunque aclara: “Los cambios que se hacen en educación solo se ven una generación después, en ese sentido es uno de los sectores desagradecidos, ya sea para ser ministro o para lograr resultados en términos de política pública”.

Las relaciones internacionales

El gobierno del presidente Juan Manuel Santos le dio un giro completo a las relaciones internacionales cuando llegó a la Casa de Nariño, pero ahora, ad portas de salir, los conflictos han salido a flote, primero por la situación de Venezuela y, segundo, por el cambio de gobierno de Estados Unidos.

Para Bernal, “Santos procuró cuidar su relación con Venezuela en la medida que ese país era garante para el proceso de paz, una vez surtido pierde la necesidad de mantener esas relaciones y es capaz de salir a condenar ese proceso antidemocrático que está ocurriendo allá”.

Ahora, tendrá que manejar de la mejor manera la relación con Estados Unidos, y la nueva administración liderada por Donald Trump. Cuestión que no parece fácil, cuando desde ese mismo gobierno se ha afirmado que pueden llegar a haber problemas en la relación bilateral por el aumento de cultivos ilícitos.

“Creo que le tocará manejar cierto equilibrio en el que ha mostrado pragmatismo. Pero yo creo que allí lo que queda es una pregunta planteada y es si el reconocimiento que le otorgó el Nobel va a ser suficiente para mantener una buena relación y cierta pretensión de liderazgo”, afirma Garzón.

El gran reto

Por supuesto, son muchos los aspectos que se deben examinar en detalle sobre la gestión del presidente Juan Manuel Santos para dar un veredicto, pero, si hay un aspecto en el que se coincide sobre el reto que tendrá que afrontar durante su último año de gobierno, es poder hacer algo.

“El principal reto que tiene es lograr gestionar algo con la poca gobernabilidad que le queda, esto no solo en términos del legislativo, donde la Unidad Nacional cada vez se le va perdiendo un poco más y el Partido de la U llega a su fin, sino porque su popularidad sigue bastante baja dejándole poco margen de maniobra para que pueda realmente llegar a lograr algo significativo en el último año”, agrega Bernal.

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