Los árboles ayudan a frenar el ritmo del cambio climático al eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera y almacenarlo, ya que es el principal impulsor del cambio climático. Los bosques también proporcionan efectos indirectos que disminuyen los impactos del cambio climático en la sociedad, tales como:
Control de la Temperatura
Un solo árbol grande puede ser equivalente a 10 unidades de aire acondicionado, y la sombra que proporcionan puede reducir la temperatura en las calles en más de un 30%.
Reducción del Ruido
Los árboles pueden reducir el ruido en hasta un 50%. En áreas urbanas llenas de sonidos de automóviles, construcción, sirenas, aviones y música, los árboles son la mejor forma de bloquear el ruido.
Purificación del Aire
Los árboles eliminan una sorprendente cantidad de contaminantes y toxinas dañinas del aire. En las áreas urbanas, la calidad del aire a menudo es desastrosamente mala, con graves consecuencias para nuestra salud.
Oxígeno
Además de absorber todos esos contaminantes, los árboles también liberan más oxígeno en el entorno urbano. Los niveles de oxígeno son considerablemente más bajos en las ciudades en comparación con el campo, y los árboles ayudan a resolver ese problema.
Gestión del Agua
Los árboles hacen más que simplemente protegernos de la lluvia, lo cual es de gran importancia. También absorben grandes cantidades de agua, reducen el escurrimiento, neutralizan la gravedad de las inundaciones y hacen que las inundaciones sean menos probables en general.
Lea también: Asociación de Radios Comunitarias de Norte de Santander ganó convocatoria del grupo Sura
Salud Psicológica
Estudios han demostrado lo que intuitivamente sabemos: los seres humanos son significativamente más felices cuando están rodeados de naturaleza en lugar de entornos urbanos estériles. Nuestras emociones, comportamientos y pensamientos son moldeados por los lugares donde pasamos tiempo, y los árboles tienen un efecto profundamente positivo en nuestra psicología.
Salud Física
Además de todos los otros beneficios que los árboles aportan a la calidad del aire y al entorno urbano en general, también fomentan que las personas pasen más tiempo al aire libre. El ciclismo, correr y caminar son más comunes en áreas urbanas con una abundancia de árboles. Esto, a su vez, promueve la integración social y comunidades más fuertes.
Privacidad
Un punto simple pero no insignificante es que los árboles proporcionan privacidad a las viviendas y espacios públicos.
Economía
El beneficio económico total de los árboles urbanos es difícil de calcular. Por supuesto, hay costos, como la reparación de infraestructura dañada por las raíces y el mantenimiento de los árboles en sí. Sin embargo, los beneficios económicos totales, como resultado de todo lo mencionado anteriormente, superan con creces los gastos. Los árboles hacen que las ciudades sean más prósperas.
Vida Silvestre
Los árboles son como ciudades en miniatura por derecho propio, sirviendo como hábitat para cientos de especies diferentes, incluyendo aves, mamíferos e insectos.
Contaminación Lumínica
Los árboles no solo bloquean la luz que brilla desde arriba, manteniéndonos a nosotros y nuestras ciudades más frescas, sino que también interrumpen la luz que brilla hacia arriba, proveniente de la iluminación de calles, automóviles, casas y carteles publicitarios. Los cielos son más claros en ciudades con más árboles.
Estética
Los árboles son hermosos. Rompen la potencial monotonía de los entornos urbanos: la geometría aguda, las carreteras y edificios en tonos grises, y las interminables filas de automóviles, con sus troncos, ramas, copas y flores.
Los árboles, por lo tanto, son un componente crucial para hacer que las ciudades sean más habitables, saludables y agradables en todos los sentidos. Su presencia en áreas urbanas debería ser promovida y protegida para beneficio de todos.
Los árboles y su atracción urbanística
De acuerdo con World Economic Fórum se pronostica que las zonas urbanas de todo el mundo se habrán expandido en más de 2.500 millones de personas para 2050. La escala y la velocidad de la urbanización ha creado importantes problemas ambientales y de salud para los habitantes urbanos. Estos problemas a menudo empeoran por la falta de contacto con el mundo natural.
A medida que las áreas rurales se vuelven menos productivas como resultado del cambio climático, las ciudades, que anteriormente consumían bienes y servicios de estas áreas rurales, tendrán que ser internamente productivas.
Los árboles estarán en el centro de esta misión, contribuyendo al soporte de productos y al equilibrio energético de la ciudad a través del enfriamiento, la regulación y la limpieza de nuestros flujos de aire y agua, asegurando que nuestros suelos urbanos previamente descuidados funcionen de manera saludable.
Cúcuta, capital verde
De acuerdo al artículo de La Opinión, en 1984, Cúcuta obtuvo el honor de ser reconocida como la Ciudad Verde de Colombia por el Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Ambiente (Inderena). Esa época dorada marcó un período en el que la ciudad destacó en todo el país por su dedicación a la plantación de una gran cantidad de árboles.
Encuentre aquí: Por primera vez se desarrolló el Festival de Juventudes en Norte de Santander
A pesar de ese glorioso pasado, lamentablemente, el título ha sido arrebatado por la ciudad de Barranquilla, que hoy se consolida como una destacada urbe verde. En el año 2023, esta ciudad se refuerza con la plantación de 8.000 nuevos árboles, tras haber sembrado en masa más de 6.311 árboles adicionales durante el 2022.
En resumen, las ciudades deben abrazar una visión progresista que integre los esfuerzos ciudadanos con la perspectiva sostenible de profesionales como arquitectos, ingenieros y constructores.
Esta visión busca crear entornos urbanos sostenibles, destacando la importancia de los árboles y áreas verdes para regular los microclimas en edificios y complejos residenciales.
Un ejemplo es Singapur, un país asiático que ha alcanzado estatus global, ejemplifica este enfoque al incorporar la plantación de árboles y jardines en su arquitectura moderna, generando no solo estética, sino también microclimas beneficiosos para los transeúntes, especialmente en altas temperaturas.
Viviana Berrío Meneses
Carbon technical specialist - Ecosecurities (Suiza)
Bióloga - Universidad de Pamplona
Maestría en Ingeniería Ambiental
Candidata a Máster, Derecho y Economía del Cambio Climático, Universidad de Flacso, Argentina.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion
