La Opinión
Suscríbete
Elecciones 2023 Elecciones 2023 mobile
Zona verde
Musarañas del Tamá mueren por ataques de garrapatas
Biólogos lanzaron una alerta por el impacto de ectoparásitos, que también estarían afectando a otros mamíferos.
Image
Eduardo Rozo
Sábado, 1 de Julio de 2017

En la tupida y enana vegetación que se aprecia en el páramo Tamá habita la musaraña de orejas cortas, un mamífero de ojos pequeños, hocico largo con bigotes sensibles y una delgada cola. 

Por su apariencia se parece a los topos y su nombre recuerda los regaños de las madres cuando sus hijos hacen muecas. La musaraña, frágil y tierna, tiene el encanto de ser endémica del Tamá -común a un solo territorio- y su hábitat es el corredor que comparten Colombia y Venezuela con el páramo. 

En 2014, en una de las travesías de los biólogos Carlos Cáceres Martínez y Aldemar Acevedo Rincón, quienes hacen parte del grupo de Ecología y Biogeografía de la Universidad de Pamplona, hicieron un descubrimiento que marcó el inicio de estudios en la región por la conservación de la especie.

Ellos, en alianza con José González Maya del Proyecto de Conservación de Aguas y Tierras (Procat Colombia), encontraron una musaraña muerta y conservada en los bosques, en una transición de altoandino a páramo.

En la parte alta del Tamá se puede apreciar un tapete de frailejones. La altura es de 3.400 metros sobre el nivel del mar.

El espécimen tenía múltiples lesiones en la cabeza, cubiertas con ectoparásitos (garrapatas), los cuales se retiraron y almacenaron en tubos para conservarlos, al igual que la musaraña.

“Los únicos ejemplares de la especie que hacen parte de colecciones, para la época, estaban en Estados Unidos, en el Museo de Chicago, en la Universidad de Harvard y en el Museo Nacional de Washington”, dijo Cáceres.

El académico, quien también pertenece al Grupo de Investigación en Ecología y Conservación de Fauna Silvestre de la Universidad Nacional, señaló que el descubrimiento hecho por ellos se dio casi 100 años después de haberse depositado la última musaraña en Estados Unidos.

La encontrada muerta en Tamá, luego de estudios, entró a formar parte de la colección de mastozoología del Museo de Ciencias Naturales José Celestino Mutis de la Universidad de Pamplona.

Ejemplar vivo de musaraña, del mismo género pero diferente especie. (Foto: Marcial Quiroga Carmona).

Alerta para mamíferos

Los estudios hechos por los biólogos confirmaron que los ectoparásitos provocan daño directo en las musarañas y transmiten virus, bacterias, protozoos, helmintos y otros patógenos, que las llevan a la muerte.

“Las poblaciones silvestres están afectadas y hay preocupación por otras especies de mamíferos. En los recorridos conversamos con guardabosques del Tamá y contaron que se siguen presentando muertes”, dijo Cáceres.

A la par, el equipo de investigadores reseñó que el desconocimiento de la especie y de las áreas donde habitan, ha originado impacto en los ecosistemas y en la fauna.

En su mayoría las amenazas son dadas por cacería, contaminación, perdida de coberturas naturales y ausencia de estrategias de conservación de las autoridades territoriales.

“Es primordial unir esfuerzos para conocer la distribución, la densidad poblacional y el estado de las poblaciones de mamíferos del Tamá, para generar estrategias de monitoreo y conservación”, argumentó Cáceres.

Páramo de dos países

Un tapete de frailejones se dibuja a  3.400 metros de altura. Allí, la ventisca pone a danzar a la vegetación, mientras una densa capa de neblina da giros en el frío ambiente, al tiempo que choca contra una cortina de rocas por la que se deslizan hilos de agua que son absorbidos por la vegetación y el suelo, dando origen a turberas, lagunas, arroyos, quebradas y ríos; fuentes inagotables de vida.

El paisaje cobra vida en la cima del Tamá, páramo con un alto grado de conservación que en octubre de 2016, fue delimitado por el Ministerio de Ambiente.

El páramo está anclado a los municipios de Herrán y de Toledo. Sin embargo, es compartido con Venezuela (estados Táchira y Apure). Del lado colombiano lo cuida Parques Nacionales Naturales de Colombia y se denomina Tamá. En el vecino país lo hace el Instituto Nacional de Parques (Inparques) y se llama El Tamá. Juntos conforman lo que conoce como Macizo del Tamá, que conserva grandes extensiones de páramos, bosques andinos y selvas húmedas.

Con la delimitación del Minambiente, se priorizaron 21.374 hectáreas como páramo. Hasta antes de este hecho, el parque creado en 1977, tenía una extensión de 48.000 hectáreas.

En datos

34% de los mamíferos reportados en Colombia están en Tamá.

21.374 hectáreas hacen parte de la zona delimitada en Tamá por el Ministerio de Ambiente. Antes eran 48.000.

7 especies de flora endémica se encuentran en Tamá, especialmente frailejones.

2 millones de habitantes se benefician del agua que brota en el páramo Tamá.

Temas del Día