Raúl Ignacio Acevedo Barajas, de 28 años, aseguró ante un juez que le habría propinado una mortal puñalada al esposo de su tía porque presuntamente la estaba golpeando. Pese a ello, un juez le dictó medida de aseguramiento en la cárcel de Cúcuta por homicidio.

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Según se conoció, minutos antes de que sucediera el hecho, José Orlando Contreras Joya sostenía una acalorada discusión con su esposa. Según la versión de testigos, porque el hombre habría llegado en estado de ebriedad al hospedaje donde residían y tenía la intención de volver a salir para continuar bebiendo.

“Ellos discutían a gritos y ya para nosotros era algo normal. Llevaban tres meses viviendo en una habitación de la residencia y por lo general la discusión era por el alcohol. Es que la víctima desde la mañana que salía a trabajar ya andaba con una botella guardada en su pantalón, era normal que estuviera alcoholizado”, dijo uno de los residentes del hospedaje.

Llega el sobrino

Esa tarde del 31 de julio a las 4:15 de la tarde, uno de los inquilinos del último piso pidió una lavadora a domicilio en una empresa del barrio Carora, en el que trabajaba Raúl Acevedo y a él se le dio el encargo.

Mientras subía las escaleras del hospedaje escuchó a su tía que gritaba por lo que sacó un cuchillo, tocó la puerta y hubo una riña entre ambos  hombres.

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A pesar de que el hoy capturado asegura que observó a su familiar con golpes y por eso apuñaló a José Contreras en el pecho, las autoridades el día del homicidio no lograron establecer esa versión, pues cuando llegaron a la escena, la mujer se había ido del lugar.

“Lo que nos dijeron fue que el capturado subió a llevar la lavadora y minutos más tarde salió  corriendo con la cara ensangrentada, pues también estaba herido. Nosotros nos acercamos al hospedaje primero y no encontramos a la esposa de la víctima, solo al dueño del lugar quien nos dio la versión preliminar”, explicó una fuente judicial.

Sin embargo, horas más tarde la mujer se logró comunicar con las autoridades y la versión de ella fue fundamental para que la Policía pudiera identificar al agresor y horas más tarde llevarlo ante la justicia competente.

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“El agresor se fue primero al local de lavadoras y posteriormente se dirigió a la Unidad Básica de Comuneros, por suerte nosotros activamos la Red de Participación Ciudadana y después de preguntar a varios grupos de la ciudadanía conocimos que el hombre fue a ese centro asistencial”, manifestó la fuente.

El sobrino de la mujer fue capturado en ese momento y trasladado a la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de la Fiscalía.

“Lo que nosotros logramos conocer de este hombre (capturado) es que era una persona que no tenía antecedentes judiciales y de acuerdo a los compañeros de trabajo y conocidos era una persona trabajadora. Sin embargo cometió un delito muy grave”, concluyó la fuente judicial.

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