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Asesinado joven en Boconó
~La noticia de la muerte de Darwin Yuldrán Duarte tocó este domingo a la puerta de su casa en el barrio Boconó. Un vecino, a las 3 de la madrugada, contó a su madre que “mataron a Choro”, como era conocido el joven.~
Domingo, 7 de Octubre de 2012
~La noticia de la muerte de Darwin Yuldrán Duarte tocó este domingo a la puerta de su casa en el barrio Boconó. Un vecino, a las 3 de la madrugada, contó a su madre que “mataron a Choro”, como era conocido el joven.~ (Foto Edisson Figueroa / La Opinión)La noticia de la muerte de Darwin Yuldrán Duarte tocó este domingo a la puerta de su casa en el barrio Boconó. Un vecino, a las 3 de la madrugada, contó a su madre que “mataron a Choro”, como era conocido el joven.

La mujer, a esa hora, trabajaba cosiendo “marquillas para pantalones. No se había acostado porque estaba esperando a Darwin. Las mamás siempre se preocupan por sus hijos”, indicaron parientes.

Desde su vivienda, con la luz y la máquina de coser encendida, la madre incluso habría escuchado correr a algunas personas, hecho que en el momento no le causó extrañeza.

Sin embargo, luego de observar a su hijo sin vida en la calle 3 con avenida 3 ligó el ruido de los corredores con los “desconocidos que le dispararon”, agregaron familiares.

El cuerpo de Darwin Yurdrán quedó cerca a la cancha de fútbol del sector. Las manchas de sangre observadas en el sitio indicarían que el cucuteño de 19 años alcanzó a caminar herido.

Gotas rojas tiñeron los escalones de unas pequeñas gradas a un costado de la cancha y quedaron marcadas, además, sobre una porción de tierra que permite la entrada al campo de juego.

Vecinos del sector aseguraron no haber escuchado disparo alguno y menos dieron a conocer detalle sobre los pistoleros.

En su concepto, los agresores aprovecharon la oscuridad del lugar para esperar a Darwin y dispararle, sin que pudieran ser vistos.

El joven, según confirmó una de sus hermanas, estuvo tomando cerveza durante el día. “No salió del barrio. Vino varias veces a la casa. Estaba con unos amigos”.

Sus parientes afirmaron no saber de amenazas en su contra y no dudaron en asegurar que “jamás traía problemas a la casa”.

Darwin Yuldrán había terminado de prestar su servicio militar obligatorio hace 6 meses. Era soltero y no dejó hijos.
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