El presidente Iván Duque aseguró que existen pruebas de inteligencia de  que el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, tiene interés en adquirir misiles de mediano y largo alcance a través de Irán. 

“La información que hay es que todavía no han llegado, pero que se ha venido haciendo esas aproximaciones, particularmente, con la instrucción de (Vladimir) Padrino. Todo eso muestra la estructura criminal”, señaló el mandatario en el conversatorio ‘Compromiso por el Futuro de Colombia’. 

Duque agregó que también existe información de inteligencia que confirma que la Guardia Nacional Bolivariana está triangulando armamentos provenientes de otros países, particularmente, de Rusia y de Bielorrusia para fortalecer estructuras criminales en la frontera. 

En este sentido, el mandatario señaló que muchos de los grupos criminales de la frontera son los que están detrás del flagelo de los líderes sociales  y, por esa razón, seguirá denunciando el apoyo de Maduro a estas organizaciones que se mantienen al margen de la ley.

La semana pasada, justamente, la Policía Nacional incautó en el corregimiento de Banco de Arena, zona rural de Cúcuta, 45 fusiles de diferentes modelos y 45 proveedores perteneciente a Los Rastrojos, grupo delincuencial que libra una intensa guerra con el Eln por el control de las economías ilícitas en la zona de frontera con Venezuela.

De acuerdo con la información suministrada por las autoridades, durante las labores investigativas fue posible establecer que este material fue adquirido a través de alianzas con grupos narcotraficantes, con los cuales pretenden retomar el control de las rutas empleadas para el tráfico de drogas y los pasos ilegales en la frontera entre Colombia y el vecino país.

“Entre el material de guerra incautado se encuentran 35 fusiles FN FAL calibre 7.62, 6 fusiles AK-47, 3 fusiles M16 marca Colt calibre 5.56 y 1 fusil Galil. Unos 35  fusiles FN Fal calibre 7.62 de fabricación belga tenían escudos de la República de Venezuela, y la inscripción Fuerzas Armadas de Venezuela”, señaló la Policía en un comunicado. 

Por esa razón, el armamento fue dejado a disposición de la Fiscalía General de la Nación, con el fin de que sea sometido a los respectivos análisis y determinar su verdadero origen.

La guerra en la frontera con Norte de Santander

El nuevo rifirrafe entre los gobiernos de Colombia y Venezuela coincide con la situación de angustia y tensión que se vive en la convulsionada región fronteriza de Norte de Santander y Arauca con los estados del Táchira, Zulia y Apure.

El pasado miércoles se cumplieron cinco años del cierre de la frontera decretado unilateralmente por el presidente Nicolás Maduro, a raíz de un incidente violento en el que resultó muerto un militar del vecino país en San Antonio.

El cierre de la frontera ha agravado la situación de crisis humanitaria y de salud pública por la expansión del coronavirus.En esta zona son permanentes los fenómenos de violencia criminal y las autoridades de los dos países se acusan mutuamente por esta situación. 

En los últimos días se registraron ocho masacres, con más de 30 muertos, varias personas fueron desmembradas, otras secuestradas y centenares de familias desplazadas, en la intensificación de la guerra sin cuartel que libran los diferentes grupos para hacerse al control territorial de la zona limítrofe. 

Tanto el presidente como sus ministros y asesores, sostienen que el negocio criminal del narcotráfico es el combustible que alimenta y expande  la situación de violencia en esta convulsionada región.