Una particular modalidad de la cadena del narcotráfico fue desmantelada esta semana tras una investigación de la Fiscalía y la Brigada 13 del Ejército. Se trata de una banda que construía laboratorios móviles para el procesamiento de cocaína y, posteriormente, los alquilaba por algunos meses a organizaciones dedicadas a traficar con alcaloides.

Los complejos fueron ubicados en una zona del municipio de Sibaté, población cundinamarquesa ubicada a media hora de Bogotá, por la salida sur de la ciudad. Durante una redada en contra de esta banda se realizaron capturas  en esta población, así como en Manta (también en Cundinamarca) y en Guayatá, Boyacá.

La Fiscalía afirma que entre los detenidos están los hermanos Alirio Ernesto y Danilo Antonio Daza Gordillo, quienes serían los responsables de organizar, financiar y dirigir la construcción de los laboratorios móviles de producción de cocaína.

“Estas dos personas serían las encargadas de buscar trabajadores para la instalación de las estructuras y el traslado de la maquinaria, suministrar los insumos químicos necesarios en todo el proceso, garantizar el transporte del alcaloide hasta los puntos de acopio, y brindar un servicio de seguridad privada”, añade el ente acusador.

Cristian Camilo Gutiérrez López, Gilber Humberto Daza Gordillo, Luis Miguel Beltrán Calderón y Juan de Jesús León Moreno son los nombres de los demás detenidos quienes fueron puestos ante un juez de garantías y los imputaron por los delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado, tráfico de sustancias para el procesamiento de narcóticos y concierto para delinquir con fines de narcotráfico.

Estos últimos cuatro se encargaban de realizar el montaje de las estructuras, contactar a personas de otras regiones para que desempeñaran diferentes actividades y negociar con los dueños o administradores de fincas para que permitieran la instalación de los laboratorios itinerantes.