Los habitantes del barrio Los Nogales, populoso sector del sur de Montería, no salen de su asombro porque una de sus vecinas, Maritza Rizo Trespalacios, de 52 años, mató a su compañero sentimental, el taxista Irnaldo José Ortega Cogollo, de 57 años, y se quedó toda la noche durmiendo con el cadáver.

De acuerdo con lo señalado por las autoridades, el hombre fue asesinado de un golpe en la cabeza y una puñalada en el pecho, luego de una riña, que según los vecinos eran frecuentes entre la pareja.

Algunos de ellos sostienen que ambos habían estado ingiriendo licor desde el pasado 24 de diciembre y que no se supo más de ellos hasta que la mujer salió de la casa, sucia de sangre y llorando de manera desconsolada. Le dijo a los vecinos que llamaran a la Policía que había cometido una locura.

La Policía llegó al lugar de los hechos e inició la investigación preliminar. Rizo Trespalacios le contó a las autoridades que el hombre había llegado borracho y que la estaba agrediendo, razón por la cual actuó en defensa propia. Sin embargo, algunos dicen que ellos estaban departiendo desde tempranas horas de la noche de Navidad y que luego se habían encerrado en la casa hasta que ella salió diciendo lo que había hecho.

El crimen, al parecer, habría sido perpetrado en las horas de la madrugada de ayer, pero como habían estado ingiriendo licor, la mujer se quedó dormida junto al cadáver del hombre que había compartido sus últimos meses. Al despertar, varias horas después, fue que confesó el crimen y se entregó a las autoridades.

Inicialmente fue llevada hasta el centro asistencial, pues también tenía golpes en distintas partes del cuerpo. Horas después fue dada de alta y se adelantaron los trámites para su captura, tras su confesión.

Se conoció que el taxista tenía su esposa e hijos y con Maritza sostenía una relación extramatrimonial, situación que se había tornado insostenible, pues ella le hacía múltiples escenas de celos, según indicaron algunos vecinos.

Entretanto, la hija mayor de la víctima, quien adelanta las labores de reclamación del cadáver en Medicina Legal, indicó que ella sabía que su padre tenía una amante, pero que nunca la habían conocido. Pidió justicia para que el crimen no quede impune.