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Colombia
“Mi hermana tenía 13 años y estaba embarazada cuando la asesinaron”
Segundo día de la audiencia en Valledupar, en la que 12 exmiembros del Batallón La Popa del Ejército reconocen ante la JEP la participación en 'Falsos Positivos, en norte de Cesar y el sur de La Guajira’
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Colprensa
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Miércoles, 20 de Julio de 2022

 

Por segundo día consecutivo, 12 exmiembros del Batallón La Popa del Ejército Nacional se encontraron frente a frente en Valledupar, Cesar, con las víctimas de ‘Falsos Positivos’ de esta región del país, en un acto de reconocimiento hecho por la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).


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Dentro de la diligencia la crueldad de los asesinatos que se cometieron llenó de lágrimas a todos los asistentes. María Faustina Martínez, Hermana de Noemí Pacheco, niña wiwa de tan solo 13 años que murió junto con el joven kankuamo Hermes Carrillo, la recordó y dijo que jamás va a dejar de luchar por su memoria.

“Mi hermana no fue ninguna guerrillera, tenía dos meses de embarazo y eso es lo que más duele a nosotros. Mi hermana clamó desde el día que la sacaron hasta que la asesinaron para que no la matarán y ellos no entendieron eso”, contó María Faustina.

Dentro de su relato María Faustina Martínez dijo que para encubrir el asesinato de su hermana “Vinieron a comprar armamento a Valledupar. A mi hermana le pusieron un fusil oxidado y un uniforme que ni le quedaba”

Además, esta mujer de tez morena con una camiseta blanca con la pregunta: ¿Quién dio la orden? explicó que los efectos de la muerte de su hermana han traído graves consecuencias a su familia. “Nos causaron un daño grandísimo, ¿Cómo está mi mamá debajo de tierra, mi padrastro inválido, enfermo, no habla. (...) Si a ellos los mandaron a cuidarnos por qué no nos cuidaron, porque acabaron con un futuro que nosotros teníamos, por qué acabaron con una menor de edad”.


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Otra de las crudas historias que se narraron durante la diligencia la hizo Abelardo Daza quien recordó el asesinato de su padre Juan Nehemías Daza a quien recordó como el mejor papá. El día que se lo llevaron, según él, estaban juntos y se lo llevó el Ejército al catalogarlo como guerrillero. “El no traía armas ese día simplemente traía una mochila y dos limones y dijeron que traía granadas”.

El afán del comandante era aumentar las bajas 

El sargento (r) del Ejército Efraín Andrade además de reconocer su responsabilidad relató que los ‘Falsos Positivos’ que se cometieron en el Batallón la Popa se coordinaban entre el comandante del batallón, alias ‘39’ y un suboficial de inteligencia.

“El afán del comandante de batallón era aumentar las estadísticas de bajas en combate, porque existía la competencia con otras unidades, entonces la idea era tener al batallón en primer o segundo puesto”, explicó el sargento retirado.

En este sentido el exsargento Andrade explicó que las personas que murieron al ser pasadas como ‘Falsos Positivos’ eran llevadas al batallón vivas o muertas. “La recepcionaba la tropa, se simulaba un combate y una vez esto yo iba al área de operaciones, si había algo anormal se corregía para efectos de que cuando llegara la Fiscalía a hacer el levantamiento no hubiese llamados de atención”, dijo Andrade.

En este punto el exsargento retirado explicó que él realizaba el documento para legalizar la muerte de los campesinos e indígenas. “Yo decía tropas del Batallón de Artillería la Popa en combate, dieron de baja a Juan Carlos Soto, un ejemplo, quien en su poder llevaba un fusil, dos granadas, material de intendencia, de guerra, yo estaba dándole legalidad, estaba diciendo que estábamos haciendo las cosas bien, le estaba mintiendo al país, a mí mismo”.
 

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